• Con sabor a renuncia reubican a Yadira de los Santos como Delegada del INM, padrinos ni las manos metieron.
Tapachula, Chis., 11 de octubre 2020.- Al interior del Instituto Nacional de Migración en las últimas horas se generó un frenesí que dejó a decenas de allegados a la todavía servidora pública encargada de la delegación en Tapachula, tristes y en shock; pero sobre todo temerosos de que sean rebelados sus nombres y mucho más por las cantidades embolsadas y es que el tiempo y el pésimo desempeño de Carmen Yadira de los Santos Robledo como delegada del INM en Chiapas cobraron por fin la factura.
Ni los ruegos de su padrino el político, el que dice amar y salvará a Tapachula, ni las súplicas del devaluado y todo traqueteado titular del IMSS, con quien señalaban parentesco, detendrán el inexorable cambio, se va de la Frontera Sur, la mandan condicionada a resultados o su renuncia a una plaza en otro estado del sur.
Fue un cambio con sabor a renuncia con mucho meses de retardo, pero la culpa fue –como todo en este país-, por el Covid-19, la pandemia logró sostenerla más de 8 meses.
Las cosas no pintaron bien para Yadira, luego de que trató de verle la cara de idiotas a legisladores federales de todas las bancadas en San Lázaro, luego de una visita de turismo legislativo en esta Frontera Sur de México, los legisladores aseguraron ante medios nacionales y locales que pedirían la renuncia de la Carmen Yadira y exigirían una investigación a fondo de la titular del INM en la frontera, luego de calificarla como una mujer brutalmente déspota, inhumana y abrumadoramente descontextualizada de la tradición política exterior mexicana.
En pocas palabras fue reprobada, incluso por legisladores de Morena, fue público el descontento de los legisladores federales luego de recibir el cúmulo de quejas de los organismos defensores de derechos humanos a nivel internacional y local sobre los jugosos negocios que encabezaba la titular de la delegación del INM en Tapachula con los cubanos, haitianos y africanos llegados a la Frontera Sur.
Luego de recibir el rosario de denuncias por los malos manejos y evidentes actos de corrupción, entre incapacidades e irregularidades, trato inhumano de los migrantes, protección a una camarilla de amigos que incrustó en el INM en puestos claves donde se hicieron grandes negocios con venta de documentos a cubanos y de otras nacionalidades restringidas y la innumerable cantidad de aviadores, el tiempo le llegó a la delegada.
Uno de los que se comprometió a no sacar el dedo del renglón, fue el diputado Jorge Arturo Argüelles Victorero de la bancada del PES en San Lázaro, quien en aquella ocasión dijo en rueda de prensa en Tapachula, que Yadira estaba obligada a tener sensibilidad y trato humano a las personas, pero esta señora tenía todo menos calidad humana y que era inaceptable que una persona sin calidad ni moral como servidora pública estuviera en esta delegación migratoria, en aquella declaración, Argüelles Victorero mostró fuerte indignación ante lo que vio, “esta señora nos quiso ver la cara en la Estación Migratoria Siglo XXI .
Fue acusada por los diputados de tratar de engañarlos de dar a la estación migratoria Siglo XXI una manita de gato para esconder una cruda realidad.
Pero lo más grave que documentaron los diputados entre estos el Tío Pilo, hoy uno de los más fuertes personajes que podría estar al frente de los destinos de Morena, los diputados dijeron al referirse al trato a los menores en la estación Siglo XXI, que casi fueron presentaron como si se trataran de mascotas y trataron de lucirlos al ponerlos a pintar un mural, todo por la llegada de los diputados que documentaron las irregularidades.
