Tapachula Chiapas; ENE 24.- Las autoridades municipales y de la Fiscalía de Distrito Fronterizo Costa, dieron a conocer la identidad de la mujer fallecida y de una persona herida en ataque armado en calles de la colonia Calpan Laureles, se trata de Leydi del Carmen Morga Molina de 28 años, quien perdió la vida en el lugar, así como de Fernando García López de 38 quien resultó herido de gravedad.
De acuerdo al reporte policial, ambos ocupantes de la motocicleta eran perseguidos por sujetos armados a bordo de un vehículo, mismos que realizaron varias detonaciones con un arma calibre 9 milímetros, según los casquillos hallados en la escena del crimen.
Los primeros indicios apuntan a una persecución, al llegar a la zona de Calpan Laureles los agresores abrieron fuego en contra de la pareja logrando herir de gravedad a Leydi, quien desangró hasta fallecer sobre el cruce de las calles Chabacanos y 14 de Septiembre, sitio donde Fernando también herido de varios impactos derrapó y caer al pavimento.
Al escuchar las detonaciones, vecinos de la zona ubicada al sur oriente de la ciudad, dieron aviso a las autoridades locales vía 911, indicando que en el cruce de ambas avenidas alrededor de las 21:50 horas dos personas habían sido atacadas por sujetos armados a bordo de un auto, mismos que al consumar el ataque se dieron a la fuga sin proporcionar más datos de los ejecutores del atentado.
En las primeras indagatorias se dijo que la mujer herida aún con vida cayó de la motocicleta luego del derrape, pero una de la ojivas de bala le había perforado una arteria y falleció desangrada, por su parte el hombre herido de gravedad fue trasladado al Hospital General de Tapachula con pronóstico reservado.
Al lugar de la agresión Policías de la Estatal Fronteriza fueron los primeros en llegar y acordonaron el área, asimismo se presentó una mujer identificada como Mercedes “N” quien reconoció el cuerpo de quien fuera su hija y explicó que ya tenía cuatro meses viviendo con el lesionado y que tenían su domicilio en el fraccionamiento Cafetales, aseguró no saber el móvil de la agresión.
El caso fue tomado por la Fiscalía de Distrito donde se abrió una carpeta de investigación por homicidio y lesiones, se espera que en breve se dé a conocer en un comunicado el avance de las investigaciones.
Este caso se suma a la ola de violencia que se manifiesta imparable en Tapachula, este como muchos otros casos se perfila según fuentes de la FGE como un posible ajuste de cuentas; sin embargo, la acciones del crimen organizado en Tapachula van en aumento, mientras la autoridad afirma de manera constante que el estado es uno de los “más seguros en el país”, pero la realidad les calla sus palabras.
En ese mismo sentido el llamado C5 “Escudo Urbano”, es un derroche de dinero, se han malgastado miles de millones de pesos en un aparato de tecnología que no da resultados, por el contrario, el “bunker” tecnológico no sirve, sobre todo cuando cientos de casos son denunciados al 911 y las unidades de seguridad llegan tarde o definitivamente no llegan.
Por otro lado, la incapacidad del Secretario de Seguridad Pública de Tapachula, Fernando Rivas Vázquez, para brindar seguridad a la ciudadanía es más que evidente. Desde su arribo a la corporación los resultados contra la inseguridad son mediocres, con un porcentaje de atención que son una vergüenza.
Hay innumerables denuncias ciudadanas que indican que sus asistencias a los llamados de emergencia son lentos y faltos de capacidad, el grado de desconfianza de la población hacia su policía y sus mandos así como del secretario son abrumadores, nadie en su sano juicio confía en la policía municipal.
La soberbia y frivolidad del secretario Fernando Rivas Vázquez, ha llevado a la población tapachulteca a entender que el puesto que le consiguió su hermano, el también inepto diputado Sergio Rivas Vázquez, le quedó grande y flaco favor le hizo esa recomendación-imposición a la actual alcaldesa Rosa Irene Urbina; los Rivas Vázquez han probado con sangre su mediocre trabajo por Tapachula y están en deuda con el pueblo.
En Tapachula hay casos emblemáticos de la corrupción de Fernando Rivas, sólo así se entiende la protección que en Puerto Madero se le brinda a un antro conocido como “El Caracol”, lugar señalado por la población por la venta de droga, trata de personas y sitio de reunión de integrantes de la delincuencia organizada en la zona, tardan más en el papeleo para cerrarlo, que los dueños en reabrirlo y todo, según la población indignada del Puerto con la protección de la policía municipal.
