- Concesionarios se deslindan de los accidentes, cuando son los primeros responsables al no ofrecer seguridad a los usuarios
- Pasajeros expuestos a la imprudencia de los cafres del volante
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 19 de Julio de 2021.- El Seguro de Viajero, que es una obligación para los concesionados del transporte, es una utopía, ya que la gran mayoría de los colectivos que operan en la entidad carecen de dicho seguro.
Los usuarios se ponen en manos de choferes, muchas veces inexpertos, que cometen imprudencias todos los días, conllevando a sufrir accidentes donde los afectados siempre son los pasajeros, ya que además de sufrir lesiones o incluso la muerte, las familias se quedan pagando los gastos que conllevan las curaciones y posteriores gastos de rehabilitación, sin que los verdaderos culpables se hagan responsables.
Tal es el caso del joven Rubén Stevens Juárez, quien pagó sus 8 pesos de pasaje y ocupó un asiento en la combi de la ruta 73 que, bajando sobre el Boulevard Laguitos, se quedó sin frenos y se estrelló contra un poste de luz: hoy se debate entre la vida y la muerte, con su familia angustiada, sin dinero y con un pronóstico nada alentador.
Rubén apenas tiene 23 años y una vida por delante. Lamentablemente corrió la Mila suerte de ser uno de los pasajeros que resultó gravemente lesionado en el accidente ocurrido el pasado domingo: su pronóstico no es alentador, lucha por su vida en el Hospital “Gilberto Gómez Maza”, donde su familia hace esfuerzos titánicos para poder juntar los recursos que le ayude a llevar una atención médica de calidad que le permita sobrevivir.
Mientras tanto, el dueño de la combi se niega a cubrir los gastos médicos de los lesionados, lo cual como concesionario prestador del servicio público del transporte es su obligación. Incluso, según versión de las familias afectadas, los ha amenazado si insisten en demandar asistencia que les corresponde por ley.
Por los videos que circulan en redes sociales, se aprecia que la unidad accidentada estaba ya en condiciones deplorables, sin mantenimiento, a pesar de las extenuantes jornadas de trabajo diarias, lo cual la llevó a quedarse sin frenos y provocar el accidente. Sin embargo, pese a lo evidente del caso, el propietario alega que la culpa es del chofer por quedarse dormido, y evade su responsabilidad como propietario.
Ojalá que las autoridades del transporte hagan algo y sancionen a esta persona, quien al momento de obtener la concesión, también adquirió responsabilidades que debe cumplir u de las cuales ahora se olvida.