- Antros de vicio en nada abonan a la seguridad del Municipio
- Se desconoce bajo qué acuerdos operan los bares y cantinas, disfrazados de karaokes o restaurantes
Tapachula, Chiapas, 25 de Julio de 2021.- La madrugada de este domingo se suscitó una nueva riña en las inmediaciones de la Plaza Cafeto, concretamente en el bar denominado La Chopería, lugar donde dos personas fueron brutalmente golpeadas por un grupo de sujetos, quienes luego de la agresión huyeron con rumbo desconocido.
Lo anterior no es algo nuevo, ya que constantemente ocurren en este lugar pleitos, riñas, robos, agresiones y un sin fin de escándalos, que ponen a pensar a la población, cuál es el beneficio para la sociedad el que los centros de vicio estén abiertos y a reventar en plena pandemia y con la tercera ola de contagios de COVID-19 acechando al municipio.
Fue el señor Alfredo N, de 49 años de edad, quien narró que cuando se encontraba en el bar La Chopería, acompañado de su hijo, Jhonatan Alfredo N, de 20 años, de pronto fueron agredidos por un grupo de sujetos, quienes se les fueron a los golpes hasta dejarlos malheridos.
Aunque pidieron ayuda, los empleados del bar se limitaron a sacarlos a la calle, no sin antes cobrarles la cuenta al parecer alterada. Los afectados terminaron con hematomas en ojos y frente, además de varios golpes en diversas partes de sus cuerpos.
Por su parte, el representante del bar manifestó que el pleito ocurrió afuera del negocio, y que fue ajeno a situaciones del establecimiento, lo cual contradice la versión de los ofendidos, quienes argumentaron que procederían legalmente en contra de los agresores.
Esto no hace más que alimentar las sospechas de que hay acuerdos entre las autoridades y los dueños de antros, ya que no se explica cómo es que se les permite que haya escándalos constantemente, incluso balaceras como en otras ocasiones, y sigan funcionando como si nada hubiera pasado.
Además, como ya se mencionó, estamos en plena pandemia y con una ola de contagios a la alza, sobre todo en Tapachula, donde en las últimas semanas hemos visto cómo aumentan los casos de personas infectadas por el COVID-19, además de las cifras de muertos que no cesan.
Es irrisorio que las escuelas, iglesias o centros recreativos están restringidos, mientras que los antros lucen repletos de personas todos los días, hasta altas horas de la madrugada, donde se expone la vida de los jóvenes, no solo a agresiones, sino a los contagios del mortal virus. Probablemente se debe a que las escuelas, iglesias y centros recreativos no generan tantas ganancias como los bares y cantinas que abundan en la geografía municipal.
Ojalá que las autoridades apliquen la ley como se debe, y que la población concientice sobre la situación que se está viviendo, y quede claro que el virus aún no ha sido erradicado, y continúa engrosando las cifras de muerdos e infectados en todo el país. Además, urge que se investigue bajo qué términos operan los antros de vicio, en donde se incita a la perdición a las nuevas generaciones, trayendo más problemas y desunión a las familias de la región.