Tapachula, Chiapas; SEP 16.- A Tapachula arribó este jueves designado como comandante regional Ernesto Molina Aguilar, elemento de la Fiscalía General del Estado de Chiapas, quien ha sido señalado por sus cuestionables métodos de operación y en varias ocasiones cesado de los puestos que le han sido encomendados en municipios de la Costa y del norte del estado; calificado como extremadamente violento y con serias manías de prepotencia, Molina Aguilar sustituye al comandante Stivalet recientemente enviado a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Apadrinado por el comandante Elías Urbina Vázquez -otro mando sobre quien pesan serias acusaciones por la violación sistemática de protocolos de atención de sus funciones-, rescató del fango de la FGE a Molina Aguilar para volverlo a meter en la operatividad de la dependencia, esto luego de haber golpeado brutalmente hace algún tiempo al presidente municipal de Palenque, luego de ser detenido en un retén instalado por órdenes de Molina, en esa ocasión fue cesado y dado de baja; el nuevo mando regional recién arribado a Tapachula, no ha pasado controles de confianza, según fuentes al interior de la FGE, su puesta en operación es producto de acuerdos y negociaciones entre Elías Urbina y el propio Fiscal General Olaf Gómez Hernández.
Ernesto Molina no es desconocido en la región Costa y Soconusco, varios años atrás su indisciplina fue motivo de serios cuestionamientos hacia la FGE por parte de inteligencia militar, pues se sabe que el comandante era parte de las filas del Ejército mexicano en sus inicios, motivo por lo que fue enviado a Palenque. En su estadía en esa región, se vio envuelto en serios problemas; en más de una ocasión fue amonestado y cesado.
El actuar de este comandante lesiona la imagen del tema de la seguridad en Chiapas, uno de tantos pendientes que el gobierno de Rutilio Escandón no ha logrado sortear y llevar a buen puerto; las actividades relacionadas con grupos poderosos del crimen organizado incrementan día a día, ante la incapacidad de una fiscalía chiapaneca que no logra procurar justicia, una policía inoperante, con mandos mediocres y bajo señalamientos de corrupción, es como operan en esta zona norte del estado las policías especializada, ministerial comandada por Molina Aguilar.
Ante las evidencias probadas de la prepotencia de los elementos de la Fiscalía en la región, las muestras de repudio por actuación de los comandantes de la policía especializada, la población ha levantado la voz para exigir el esclarecimiento de las denuncias públicas que pesan en contra del comandante Ernesto Molina, señalado por sus cuestionables métodos, llenos de prepotencia basados en la intimidación, siembra de evidencias y operaciones el margen de la ley.
Molina ha sido calificado más como un gangster y no como un servidor público, en más de una ocasión el comandante fue encarado por habitantes de Palenque, asimismo fue retenido luego de encabezar operativos que resultan por demás cuestionables dada la violencia ejercida por él y los elementos a su mando.
La instalación de retenes ha sido su modus operandi, con ellos ha intentado sembrar el temor entre pobladores bajo el argumento de acciones preventivas en contra del crimen organizado; un día son para revisión, otro día son para la revisión de vehículos, lo mismo para prevenir –según sea conveniente-, para revisión aleatoria en contra del presunto tráfico de estupefacientes; en cualquiera de los casos siempre con absoluta violación a la Constitución sobre el tema del libre tránsito, además de atentar contra los derechos humanos de quienes caen en sus manos dizque para ser revisados.
Existen antecedentes sobre la respuesta violenta de la población en Palenque contra el comandante Molina, hace algunos meses fue retenido por pobladores luego de intentar abusar de un automovilista y su hijo a quienes se intentó detener sin tener una orden judicial y mucho menos un delito que perseguir.
La ciudadanía cansada de los abusos de Molina y sus elementos, retuvieron por varias horas a los ministeriales, en esa ocasión fueron acusados por la población de ser los autores materiales de extorsiones y amenazas, así como cobros de piso por supuesta seguridad, incluso se dijo que su forma de conducirse es cercana a la de una célula del cártel y no al de un grupo de la policía ministerial.
Ernesto Molina Aguilar fue militar, ha sido señalado por su mal carácter, en su contra pesan una decena de denuncias por sus brutales formas de actuación, en su paso por la FGE se ha visto envuelto varios escándalos, mismos que ha logrado frenar al interior de la Fiscalía gracias a que tiene el aval del propio Fiscal General Olaf Gómez Hernández, en más de una ocasión ha sido acusado de ejercer la tortura, actuación indebida del servicio público, abuso de autoridad, cohecho, peculado, enriquecimiento Ilícito y extorsión.
Molina Aguilar y varios de sus elementos – se sabe-, no han pasado los exámenes de control de confianza, por lo que ha comprado de forma vergonzante su estancia dentro de la dependencia ministerial, esto en Palenque es un secreto a voces, según versiones de la población que por miedo a ser reconocidos y ubicados, prefieren no realizar las denuncias ante la propia Fiscalía.
El padrino de Molina es claramente el agente estatal de la Fiscalía, el comandante operativo Elías Urbina Vázquez, elemento que también ha sido señalado por sus actividades que van más allá, se parece más a un lugarteniente que a un policía al servicio de la Fiscalía en Chiapas.
Hace unos días, Molina Aguilar volvió a hacer de las suyas, tanto que acusó a una mujer en Palenque y sin tener una orden en su contra, la privó ilegalmente de la libertad, bajo el argumento de ser la autora material del delito de abigeato, cuando el argumento de la afectada era sólido; se trata de un supuesto tráfico de pieles de bovino y que por tal motivo el delito había sido calificado como grave.
La denunciante aseguró que con toda la prepotencia que el comandante Molina suele operar, la acusó sin pruebas de ser parte de una banda de traficantes de ganado, incurriendo con ello en el delito de abigeato, tema que de inmediato la parte afectada mencionó como una evidente extorsión por parte del comandante y sus hombres que lo acompañan, toda vez que la mujer presentó documentación necesaria para trasladar pieles, aun así fue retenida, golpeada y amenazada. Según la declaración de la afectada, Molina a mandó golpear en repetidas ocasiones cuando fue ilegalmente allanada su vivienda, luego en el momento de ser llevada a puesta a disposición en el camino además de ser ultrajada física y psicológicamente, Molina le solicitó la cantidad de cien mil pesos para dejarla libre y no proceder en su contra.
Según datos proporcionados por la afectada, Molina Aguilar actúa al margen de la ley con métodos poco comunes, lo que lo identifica como un sicario y no como un servidor identificado con los problemas de seguridad en la región.
Por su parte, cansados le los abusos de poder del ministerial, en redes sociales se difundió un video que muestra la forma brutalmente absurda de conducirse de este policía:
“Como pude me defendí, porque ni siquiera sabía por qué me estaban llevando; entonces el comandante ya en la camioneta cuando ya íbamos en el camino, el comandante le dijo que me partiera la madre (a un elemento femenino de la ministerial), a como pude me volvía a defender. Como vio que ella no me pudo golpear (la mujer policía), agarró él con su mano me empezó a zarandear y me metió unos puñetazos en la cara, a lo que yo le dije: ¿por qué me golpeaba, y ordenó que me agacharan la cabeza y que no pudiera hablar. Íbamos más o menos por el Cebeta, cuando él ordenó que él me levantara la cara, me volvió a sentar y me dijo que quería cien mil pesos para dejarme libre, a lo que yo le dije que cien mil pesos por qué, yo no había cometido ningún delito. A lo que él me dijo que si no me iba a meter dos años de prisión que porque yo había cometido un delito que se llama abigeato”.
Lo anterior es parte de un video que fue subido a redes sociales en el que se denuncia públicamente el actuar de Molina Aguilar.
Finalmente habitantes de Palenque se dicen cansados y hartos de que la Fiscalía de Chiapas siga solapando al comandante, exigen su destitución inmediata seguido de una profunda investigación, se sabe entre la ciudadanía que la fortuna que ha amasado Molina no corresponde a un servidor público de su nivel, es esa calaña la que identifica al servidor público adscrito a la policía ministerial.
La exigencia es directa en contra del Fiscal General en Chiapas, Olaf Gómez Hernández, que no puede y no ha podido meter en cintura a estos fiscales, por el contrario la sospecha de un apadrinamiento con fines oscuros dentro de la FGE, son el diario cuestionamiento hacia la dependencia encarada de brindar justicia, misma que desde sus filas se viola flagrante y sistemáticamente.