- Personas altruistas les ofrecieron alimentos en su camino por Veracruz, pero los haitianos las regresaron argumentando que no les gusta el frijol.
Veracruz, 3 de octubre de 2021.- El pueblo mexicano siempre saca el lado más humano ante los episodios de dolor y sufrimiento que se presentan, con situaciones que ponen a prueba el temple con el que estamos hechos, y cuando se presenta la oportunidad de ayudar, se hace de manera desinteresada.
Sin embargo, hay veces que la gratitud no es bien recibida. Tal es el caso ocurrido en Veracruz, donde cientos de migrantes transitan en busca de llegar al norte del país. Como ocurrió en las caravanas de hace tres años, en esta ocasión la población no fue indiferente al viacrucis de los migrantes haitianos, y les ofrecieron alimentos y bebidas.
Víctor Terrones, un taxista que labora en los alrededores de la central camionera, se compadeció luego de ver las precarias condiciones en las que viajan los haitianos. Por ello se organizó con sus compañeros para colectar dinero y poder comprar alimentos, los cuales consistieron en teleras, frijoles refritos y queso fresco.
Posteriormente procedieron a preparar tortas de frijol con queso, tan comunes en México, además de aguas frescas y se las ofrecieron desinteresadamente a los migrantes.
Grande fe la sorpresa al ver como los haitianos devolvían las cajas de tortas, argumentando que no les gusta el frijol, y que prefieren comer otra cosa, porque sus gustos son muy selectos.
«Las abrieron y decían ‘no, no’ y hablaban su idioma y decían que los frijoles no, había mucha gente y entonces ya nadie se arrimaba; uno que hablaba español nos dijo que ellos no comían frijoles», mencionó Víctor Terrones.
Por ello, las personas que amablemente ofrecieron los alimentos decidieron recoger los paquetes de tortas y llevarlos al Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, donde se las entregaron a los familiares de pacientes de escasos recursos económicos, quienes se quedan a descansar en los alrededores, muchas veces sin desayunar o almorzar.
Al respecto, un ciudadano comentó que los migrantes han sacado lo peor de sí, ya que a donde quiera que van causan problemas a la sociedad, y ahora demuestran que tampoco son agradecidos.
Por ello mucha gente les ha cerrado las puertas. Y vaya que hay razones para hacerlo. Por lo pronto este desaire a la gentileza y nobleza del pueblo mexicano, dejará un sentimiento de tristeza por el menosprecio que hicieron los haitianos.