- Indigna a comunidad médica muerte de Manuel Roblero, le quitaron la vida por robarle su moto.
- Es lamentable como la seguridad de la población ha sido “prostituida” por las autoridades ante el mejor postor, que en este caso son los grupos criminales, traficantes y extorsionadores
- Guardia Nacional sin plan de seguridad real para las carreteras en Chiapas.
- Tráfico de personas, el negocio que no suelta Migración y lo vigila GN: Inteligencia militar
- En Carreteras de la Muerte se han Convertido los Tramos Federales que Atraviesan la Geografía Chiapaneca
Mapastepec, Chiapas; enero 15.- Con tres impactos de bala y herido de muerte, un hombre fue auxiliado por elementos de la Policía Especializada, además de un Ministerio Público de Mapastepec, luego de que dos sujetos desconocidos lo amagaran con un arma de fuego para despojarlo de una motocicleta Honda 150, luego de oponer resistencia a los presuntos hampones, quienes le dispararon a quemarropa para después huir con la motocicleta.
De acuerdo a datos de la Policía Municipal, sobre el tramo carretero Villa Comaltitlán – Mapastepec, a la altura del retorno en el kilómetro 201 conocido como Agua Caliente, el doctor Manuel Roblero Velázquez de 32 años y perteneciente al cuerpo de médicos del IMSS de Tonalá, fue interceptado por dos sujetos que al verlo en su motocicleta se le emparejaron y con pistola en mano le ordenaron detenerse para despojarlo de su vehículo marca Honda 150 de color blanco.
El médico se opuso al atraco, por lo que los delincuentes forcejearon y uno de ellos sacó un arma y disparó en contra del médico, hiriéndolo en tres ocasiones, un impacto de bala en cada tetilla y otro más en la ingle izquierda.
José Manuel Roblero es originario de Motozintla y laboraba en el Instituto Mexicano de Seguro Social de Tonalá, regresaba a su lugar de trabajo cuando lo asaltaron; al verse mal herido dio aviso vía telefónica a la policía local, por lo que se solicitó la intervención de la Cruz Roja y Protección Civil, sin embargo nunca llegaron a prestar la atención.
Al lugar se hizo presente el MP de Mapastepec, José Manuel Roque y varios elementos de la Policía Especializada, pero al ver que no había apoyo de paramédicos, el fiscal local ordenó el auxilio del médico trasladándolo en la patrulla ministerial al Hospital Rural de Mapastepec.
Lamentablemente minutos después de ingresar al hospital, el doctor Manuel falleció. Hasta el momento no se sabe nada de los delincuentes, por lo que se abrió una carpeta de investigación por el delito de robo y homicidio en grado de tentativa.
Este lamentable hecho de sangre ratifica los altos índices de inseguridad y violencia que se manifiestan sobre la carretera costera, la cual es ya considerada por muchas personas y sectores de la sociedad, como la carretera de la muerte.
Visiblemente los actos delictivos están a la alza en varios tramos carreteros en Chiapas, entre Motozintla – Comalapa – Comitán, por la presencia de grupos delictivos que se manifiesta a diario; a estos reportes se suman Tapachula – Motozintla con atracos al transporte público de carga y pasaje, mientras que el tramo Huixtla – Mapastepec, suma ya varios atracos violentos.
A pesar de registrarse los llamados de emergencia, los tramos son jurisdicción federal y están bajo la responsabilidad de ser vigilados por la División Caminos de la Guardia Nacional, que hasta el momento queda a deber en sus obligaciones, salvo que se trate de temas de migrantes o de drogas, porque ahí sí se ven muy interesados en “intervenir”.
Luego de las innumerables denuncias hechas por ciudadanos por los casos de corrupción de las policías estatales, las constantes extorsiones registradas fueron tema para sacar de las carreteras a esos cuerpos de policía, sin embargo, al regresar esta jurisdicción obligada a quien nunca debió de hacer su trabajo, la Guardia Nacional sigue sin cumplir con su encomienda de brindar seguridad.
Con la nueva relación entre la Guardia Nacional con el control absoluto de la carretera que conecta la frontera entre Guatemala y el resto del país, el tema de la migración con el delito de trata de personas se vuelve un punto adicional de vigilancia que también no se cumple.
Con ello, las carreteras en Chiapas están a merced de las bandas de ladrones, contrabandistas de personas y mercancías, y no hay quién les ponga un alto en sus actividades delictivas.
A la llegada de la nueva delegada del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, se habló de un nuevo rostro en la Frontera Sur para esta delegación federal, luego del brutal desastre que dejó a su paso por esta oficina del General Aristeo Taboada; desafortunadamente para los intereses de la población, hasta el momento las cosas no han cambiado en nada, por el contrario se habla de una oscura relación entre el comandante de la Guardia Nacional en la Frontera Sur y la nueva delegada para tomar el control del negocio que representa la migración, y con ello no tener sobresaltos como el ocurrido en diciembre pasado en Tuxtla Gutiérrez, donde murieron 56 migrantes indocumentados dentro del llamado «Tráiler de la Muerte». Una imagen como esta en la Costa de Chiapas, no sería buena para el jugoso negocio del contrabando humano, por eso para la Guardia Nacional es indispensable tener las carreteras libres de retenes, para garantizar que el trabajo de la delegada Paola López Rodas sea una garantía para las bandas dedicadas al tráfico humano en la Costera chiapaneca, por lo que para tales fines es indispensable una fuerte coordinación de ambas partes para tener vía libre, sin contratiempos que “ensucien” sus operaciones.
Finalmente y de acuerdo con informes militares, la Delegada del INM, Paola López Rodas, fue señalada como una conocedora amplia del tema de la migración, pero sobre todo de este negocio que representa jugosas ganancias por arriba de los mil millones de dólares anuales, sólo en pago de extorsiones, corrupción y otros cobros derivados del cruce ilegal de personas a México. En el mismo reporte militar se advierte que la colusión entre la Guardia Nacional y INM en la Carretera Costera es una de las consecuencias para bajar alarmantemente las operaciones de los federales en puntos de revisión, los cruces previamente negociados ya son un «tiro puesto»; asimismo se documento que la falta de presencia de la GN en la carretera incrementó consistentemente la presencia de la delincuencia doméstica en varios tramos carreteros, como Huehuetán – Huixtla, también entre Huixtla – Villa Comaltitlán, Escuintla – Mapastepec, donde el objetivo de los hampones ha sido el robo al transporte público, transporte de mercancías (camiones repartidores de productos de abarrotes, panadería, vinos y licores, así como lácteos), y finalmente los dueños y conductores de motocicletas, como el lamentable hecho del médico del IMSS de Tonalá.
Por todo ello, habitantes de la región Costa y Soconusco, exigen un verdadero esquema de seguridad que devuelva a la población la confianza a las instituciones, y la presencia constante y permanente de patrullas de la Guardia Nacional de su división caminos para bajar el nivel de extorsiones y robos en estos tramos carreteros.
Porque ahora la población tiene miedo hasta de salir a otros municipios cercanos, ya que se corre el riesgo de que no regresen a sus hogares. No existe la garantía de que el que sale de Mazatán y vaya a Huixtla regrese con bien. O el que sale de Huixtla rumbo a Motozintla vuelva a ver a su familia. Es una psicosis generalizada la que padece la población, provocada por las mismas autoridades que en vez de cumplir con su encomienda, prefieren negociar y “prostituir” la seguridad al mejor postor, que en este caso son los grupos criminales, extorsionadores y traficantes.
Y lo peor es que lo que parecía un golpe de timón con el cambio de delegado del INM, ha resultado ser más de lo mismo, o incluso peor, con el negro historial que persigue a la actual delegada. Como dijera ese dicho famoso, “Salió más caro el caldo que las albóndigas”.