- La dependencia está en manos de mandos federales retirados, quienes no brindan garantías de seguridad contra la delincuencia organizada
- La ciudad es un caos debido a que aún no se designa al encargado de cuidar la integridad de la ciudadanía y dejan como responsable a alguien que no conoce ni los cuadrantes de la ciudad.
- Elementos policiacos se la pasan agrediendo a gente inocente, mientras que los verdaderos criminales siguen acechando la tranquilidad de los tapachultecos.
Tapachula, Chiapas, 16 de octubre de 2024.- La crisis de violencia e inseguridad que está padeciendo Tapachula es el reflejo de la falta de liderazgo en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, donde aún no hay nadie designado al mando, solo como encargado de despacho, Oscar M. Chávez Martínez, quien no tiene la entereza para dirigir una de las secretarías más importantes con que cuenta un municipio, que es la que se encarga de la seguridad de la población.
En las últimas dos semanas, recién iniciada la actual administración de Tapachula, se han cometido infinidad de crímenes que han causado conmoción en la población tapachulteca. El que más ámpulas levantó fue el del jovencito de 16 años, Ricardo N, asesinado a sangre fría por cobardes delincuentes que a pesar de tenerlo sometido, decidieron quitarle la vida a traición, por la espalda y cuando se encontraba indefenso tirado en el suelo.
Pero no sólo eso. En estas dos semanas que llevamos de nueva administración municipal, han aparecido cuerpos de personas sin vida, con huellas de tortura, otros que han sido “levantados” y de quienes no se sabe su paradero, así como más enfrentamientos armados con víctimas colaterales de una guerra entre grupos criminales de la que son ajenos.
Los delitos comunes como asaltos, robos a comercios, también han ido en aumento, incluso en pleno centro de la ciudad, sin que haya detenidos, sólo denuncias de las víctimas que difícilmente podrán ver que se les haga justicia. Apenas el lunes un hombre que había retirado dinero de una sucursal bancaria, fue asaltado, despojado del dinero y lesionado con un arma de fuego por sujetos que se desplazaban a bordo de una motocicleta, quienes lograron escapar. Uso días antes, también en el centro de la ciudad, otra persona que iba llegando a su casa tras una jornada de trabajo, fue asaltada a punta de machete por sujetos que también se desplazaban en moto, quienes no conformes con despojarlo de sus pertenencias, lo hirieron con el machete, por lo que tuvo que pedir auxilio en el Parque Central “Miguel Hidalgo”.
Mientras todo esto ocurre, la población se pregunta ¿Dónde están los policías que nos tienen que defender?, porque sólo se presentan cuando ya el delito ocurrió, cuando ya el delincuente logró escapar. Y peor aún, a veces ni siquiera acuden a los llamados de auxilio de la población. Las víctimas de algún delito en la mayoría de las ocasiones tienen que responder una larga entrevista a los números de seguridad para poder ser atendidos, si hay suerte, y si no, todo queda en una llamada.
Y lo peor del asunto es que incluso los mismos cuerpos policiacos se han visto involucrados en actos de abuso de autoridad, y hasta agresiones contra la misma ciudadanía. Existen varios testimonios del mal actuar de elementos policiacos, quienes se la pasan levantando “bolitos” o haciendo revisiones arbitrarias a gente común, transeúntes que su único delito es ser sospechosos de la autoridad por caminar en las calles en lugares y horarios específicos, o por la ropa que se porta.
Eso ocurre hasta con motociclistas y conductores, que son parados al antojo de los elementos policiacos para “revisiones de rutina” sin haber un delito qué perseguir. Es bueno que se realicen los operativos de prevención del delito, pero siempre y cuando se respeten los derechos de los ciudadanos, que no deben ser tratados como criminales sin que haya una razón de por medio.
Como ejemplo el caso de un joven motociclista que fue abordado por patrulleros en motocicleta, quienes lo interceptaron en la intercepción de la 4ª Sur prolongación y Libramiento Sur, y con total abuso de autoridad le cerraron el paso para tirarlo de su unidad, exponiéndolo a que sufriera lesiones en la caída, todo porque “les pareció sospechoso”.
Y es que los policías municipales en Tapachula y otros municipios del Soconusco y la Costa, no reciben la capacitación adecuada, tampoco tienen salarios dignos y mucho menos una formación policial que garantice que actuarán conforme a los protocolos policiales. Por el contrario actúan a su conveniencia o a lo que su criterio les dicta, con lo cual ponen en riesgo la integridad de la población.
Y seguiremos de que hablar más adelante de las cuotas que cobraran el jefe del el grupo GERI y que ya pasó la consigna al nuevo encargado de la seguridad que es de lo que está más ocupado por ahora, antes que ver por la seguridad de los ciudadanos.
