Libro Pasional en El Roblar de Suchiate entre Damas Catrachas

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• Con un arma La Tania intentó cobrarle a La Rosy sus amoríos con su hombre, hay una detenida así como una mujer herida.

La pasión por un hombre apunta como el móvil de una agresión con arma de fuego entre hondureñas, una llena de ira y celos contra otra que al parecer recibía algo más que caricias del hombre prohibido.

Este drama digno de “Laura en América”, terminó con un balazo en el seno derecho de una mujer con oficio de mesera dentro de un tugurio que hace las veces de lupanar asentado en el municipio de Suchiate, a la altura de la colonia El Roblar.

Hasta ese punto, una indignada, iracunda y perturbada hondureña identificada como Tania Pola de 22 años, cargada de rabia, celos, además de un arma de fuego, irrumpió en el congal con razón social El Manguito y con toda la intensión de cobrarse la afrenta sentimental descargó el primer tiro en la humanidad de su rival de amores; otra paisana pero de 28 años y con unas figuras que le competían a la juventud de Tania.

La bala dio en el blanco, la sangre comenzó a escurrir desde el seno izquierdo de Rosy, la escultural mesera de 28 años y que según Tania, sostenía un romance insano con el marido de la joven, que finalmente era el causante de que las mieles centroamericanas se convirtieran en una melcocha suchiatense con tintes de drama pasional.

Tania reaccionó al ver que su ira había tenido desfogue, entonces se deshizo del arma arrojando el objeto de la muerte a un canal de riego contiguo al candente lupanar, creyó que con eso terminaba su ira y se sentiría mejor, pero con lo que no contaba es que cerca del lugar, un operativo de las Bases de Operaciones Mixtas se llevaba a cabo, el llamado de emergencia de bebedores que hasta la bolera se les fue, además de que el drama entre catrachas había tomado tintes épicos, reunió a una buena cantidad de metiches, chismosos y otro simples testigos mudos que con cheve en mano sólo miraban a las musas hacerse pedazos, sólo que esta vez sí se hicieron daño; al menos así lo confirmaban socorristas de Protección Civil que llegaron para tratar de salvarle la vida a la siempre suculenta Rosy, que ahora bañada en su propia sangre, veía como su inmadura existencia se le escapaba y todo por saborear las mieles prohibidas pertenecientes a otra mujer.

Los celos fueron apaciguados por la irreverente solución a la decepción, luego entonces la ira se volvió angustia en el rostro de Tania, pues al ser enterados los señores justicia que se apersonaron en el congal de la situación de violencia; no faltó el espontaneo que dijo: “¡…fue la Tania!” y la apañaron de inmediato tras ser apuntada con flamígero dedo, para ser puesta a disposición por el delito de tentativa de homicidio.

Mientras esto ocurría, el recorrido en la ambulancia fue dramático, los minutos fueron eternos, pero finalmente Rosy envuelta en un manto rojo por su sangriento liquido logró llegar aún con vida a recibir apoyo de los de bata blanca del Hospital General, hoy a capricho llamado Imss-Bienestar “Manuel Velasco Suárez”, desde donde se reporta grave, Rosy está a punto de perder algo más que ese suculento porte y arrière, continúa delicada.

Por este triángulo pasional se abrió la respectiva carpeta de investigación, ahora Tania está en calidad de puesta disposición, no de su hombre, sino de varios agentes y de un MP de la Fiscalía para Migrantes donde se establecerá su situación jurídica que no pinta nada bien.

Las policías y autoridades de las BOM están en la búsqueda del arma usada por el rencor pasional y se espera que en las próximas horas se informe sobre el último estado de salud de la doncella catracha, que mucho intervendrá en el nuevo destino para Tania.

Finalmente, del agente de la discordia algunos afirman desde El Roblar, que al saber de los acontecimientos puso tierra de por medio y mejor se esfumó, igual que sus intenciones de jugar con el corazón de las musas de esta historia, sin embargo, cuentan que el susodicho está muy cerca de una de las protagonistas de esta novela digna del “Libro Pasional” suchiatense, pero de eso nadie tiene certeza alguna.

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