Darinel Zacarias
Suchiate.- Nadie puede detener el flujo migratorio y la operatividad en los pasos ciegos en el afluente del Suchiate.
Pese a que el gobierno de Guatemala anunciara ayer el despliegue de las fuerzas castrenses en los límites con la frontera con México.
Parece que los balseros y diversas cooperativas retan a ambas autoridades de México y Guatemala, los oficios de la ilegalidad que a diario se ven tanto en Talismán como en Ciudad Hidalgo son muestras de una frontera impune, porosa e incluso hasta de membrete.
Ayer el Ejército de Guatemala y la PNG montaron un supuesto operativo estratégico para inhibir el tráfico de mercancías y el tránsito de personas a través de balsas y garruchas.
Hoy, lo balseros vuelven a las orillas del Suchiate y siguen con sus oficios de la ilegalidad y la cotidianidad.
El cambio de moneda y el valor del Quetzal sobre el peso, son la mayor ventaja de comerciantes chapines.