• Corrupto y prepotente agente de Tránsito del Estado negocia evasión de responsabilidades tras múltiples choques de ebrios contra taxistas.
• Tres ebrios en pick up amenazan de muerte a taxista y se refugian con presunto amigo de la policía estatal.
• Absurdo peritaje determina que por no tener seguro la camioneta responsable de daños a taxistas “cada quien se queda con su golpe”.
Tapachula, Chiapas; AGO 15.- Una persecución con alta dosis de velocidad, sin mediar los peligros a la población, se registró esta tarde en calles de la ciudad, luego del reporte de un múltiple accidente por choque entre los ocupantes de una camioneta pick up Chevrolet Colorado en color blanco y los conductores de varios taxis, en diferentes momentos.
De acuerdo a información proporcionada por los afectados y a pesar del hermetismo de las policías Estatal Preventiva y de Tránsito del Estado, los presuntos responsables son tres sujetos que dijeron ser ingenieros que en estado de ebriedad protagonizaron varios choques que se derivaron de un primer escenario y que al intentar evadir su responsabilidad huyeron, generándose otros incidentes viales; de estos siniestros los sujetos se enfrentaron verbalmente con el primero de los conductores a quien amenazaron de muerte con pistola en mano.
En el primer reporte que se dio a conocer, José Guadalupe López López, conductor del taxi urbano marcado con el número económico 1410, fue impactado por los ocupantes de la pick up sobre la 5ª Sur y la 28ª Oriente, en el lugar se registró una primera confrontación que terminó con las amenazas de los tres presuntos ingenieros, ahí se detectó que iban ebrios y armados.
Ahí se logró identificar al presunto portador del arma y quien se presume iba al volante de la Chevrolet Colorado con matrícula de la Ciudad de México J73-AGP, se trata de Martín Gerón Muñiz, al mismo tiempo se daba aviso a las diversas corporaciones porque la situación se iba complicando.
Tras las amenazas el taxista subió a su vehículo y esperó a ser reforzado con la presencia de compañeros, luego de que frente a la escuela Efraín A Gutiérrez le cerraron el paso al taxista. Los responsables huyeron, en la fuga se registraron más incidentes con otros taxistas que para entonces ya protagonizaba una persecución que se extendió por al menos 30 minutos por varias calles de la ciudad; en el fraccionamiento Fray Matías de Córdova uno de los agresores entró a un domicilio, al parecer para deshacerse de la portación de arma de fuego, toda vez que según la versión de los persecutores al salir ya no portaba el arma. Luego emprendieron de nueva cuenta la huida.
Subieron sobre la 5a sur nuevamente y tras ser acorralados por varias unidades del servicio público, estos bajaron sobre el par vial de la 7 sur, y al llegar a la esquina de la base de la policía sectorial ya no pudieron escapar, metiendo el vehículo en sentido contrario y dejándola abandonada en la entrada a la policía estatal.
Para este momento, a la persecución ya había presencia de policías municipales que fueron alertados por trabajadores del volate vía radio de lo ocurrido.
Al verse acorralados por varias unidades del servicio público los sujetos bajaron del vehículo e ingresaron a las instalaciones de la policía sectorial, por algunos momentos se pensó que eran elementos de esa corporación, sin embargo, más de media docena de taxistas fueron detenidos en la entrada por elementos de la policía impidiéndoles el acceso.
La presencia de vehículos tipo taxi ya era nutrida, todos en apoyo a los compañeros afectados y a manera de presión para que la comandancia de la Policía del Estado los detuviera y fueran puestos a disposición con forme a derecho, sin embargo al tratarse de un asunto de vialidad solicitaron la presencia de agentes de Tránsito del Estado para aclarar lo sucedido y emprender acciones legales por los hechos en accidentes de tránsito.
Al lugar arribó el agente de la corporación Farle Trinidad Méndez, luego de algunos minutos al interior de la comandancia estatal, inexplicablemente para la situación de los afectados taxistas, les hizo saber que la camioneta motivo de la persecución no contaba con seguro y que entones lo que procedía era que cada quien se quedara con sus respectivos daños.
Ante la respuesta carente de toda legalidad, los trabajadores del volante afectados y del gremio ahí reunidos no podían creer la brutalidad de las respuestas del agente estatal de Tránsito; en ese momento fue señalado de corrupto y que seguramente al interior de la comandancia, habían armado todo el entramado de corrupción para salvar el “pellejo” a los responsables del sainete vial que a todas luces tenía que ser un caso de ministerio público. Y esa fue la exigencia, pero por el contrario el polémico perito arremetió contra los taxistas amenazándolos con mandar las unidades que participaron en la persecución al corralón, si no despejaban la vialidad y accedían al supuesto peritaje de “cada quien con sus daños”.
“De la manga, así por sus azules huevos este policía corrupto –que no es la primera vez que hace de las suyas-, quiere darle salida al caso, son más de 5 taxis dañados, además de las amenazas de muerte y de la portación de arma que es un asunto ilegal y muy serio, quién va a responder por los daños y las amenazas. Cuánto les ofrecieron al de la policía sectorial y cuánto le ofrecieron al pinche Farle corrupto por desafanarlos de este pedo”, gritaron los afectados.
Al ser encarado, Farle Trinidad sintió la presión del gremio de taxistas que por algunos minutos se tornó tensa la situación al punto de poderse salir de control en su contra, por todos los medios incluso los más ridículos, argumentó que no había unidad móvil para trasladar a los presuntos responsables ante el Ministerio Público de la Fiscalía de Distrito para poner a disposición a los sujetos señalados.
Varios minutos después, se logró saber que desde la comandancia de la Policía Estatal se ordenó sacar a los evasores de las instalaciones de la PEP y trasladarlos al igual que el vehículo ante el Fiscal del MP, para ser puestos a disposición y así deslindar responsabilidades.
Enardecidos y sumamente indignados taxistas afectados piden a la secretaria Gabriela Zepeda Soto el cese inmediato del agente estatal de Tránsito, así como la investigación de este caso en particular a fondo y puesta a disposición del agente de Tránsito, Farle Trinidad Méndez sobre quien pesan varias acusaciones de soborno, cohecho y extorsión, afirmaron que hay cuotas mensuales que se le pagan a esa corporación para que los agentes dejen trabajar a los transportistas tanto del servicio público de pasajeros como de carga, esto no es nuevo, se sabe, es un asunto que raya en el descaro de la corporación. Advirtieron que en efecto la policía de Tránsito en Tapachula levanta al mes millonarias ganancias producto de la extorsión por accidentes y no son multas, se trata de sólo de lo que se maneja “por debajo del agua”, aparte las multas.
En Tapachula, es más fácil negociar un accidente, todo con el mensaje directo del agente de Tránsito “negociemos para que no se llegue al MP”, ese es mantra de la policía, en esa negociación el perito se lleva su tajada, la corrupción es brutal, es un robo a la vista de todos, un juego sucio y perverso en el que caen todos los involucrados, el andamiaje está predispuesto para llegar a ese punto en donde el perito dice, “arréglense para evitar el corralón; arréglense para evitar al MP; ayúdense para que yo los ayude”, ese es el único artículo no escrito dentro del reglamento de tránsito que aplican los agentes de la corrupción.