• Óscar M Chávez Martínez ya es observado desde las agencias federales y no es por sus capacidades policiales
• Hay sospechas de un pactó con grupos criminales
• Abuso de poder y prepotencia las credenciales del jefe de una policía humillada por la crimen organizado
Algo muy turbio se deja ver, oler y sentir en la figura del actual secretario de seguridad pública municipal de Tapachula, Óscar Chávez Martínez y que debe ser revisado con lupa a profundidad.
Con apenas 18 días en funciones, ya pesan sobre Chávez Martínez varios señalamientos que contravienen el código de operaciones de las mesas de seguridad ordenandos para la revisión de los pendientes en la materia.
Y es que, a decir de varios documentos de inteligencia militar, el nombre de Óscar Chávez Martínez ya tiene varios puntos en rojo y es ya un objetivo de seguimiento.
Fuentes cercanas a las mesas de seguridad de la región Soconusco y Frontera advierten que el secretario de seguridad municipal en Tapachula se ha conducido con dudosas actitudes que muestran su verdadero rostro, «el de un mafioso», afirman.
De acuerdo con reportes internos del Centro de Monitoreo Criminal Militar, el pasado martes 15 de octubre en punto de las 13 horas con 45 minutos, el C5 recibió una alerta que indicaba la captura y resguardo de tres sujetos que a bordo de un vehículo Nissan, modelo Kiks en color gris con matrícula chiapaneca DLN 693 E, les fueron ubicadas armas de alto poder calibre .40, esto desplegó un fuerte operativo de la policía municipal, al mismo tiempo en la Fiscalía General de la República sede Tapachula y el Centro de Monitoreo tenían el mismo dato: tres presuntos infractores con armas y detenidos; lo que se esperaba era su puesta a disposición ante la fiscalía federal por la portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Sin embargo, ante la FGR sólo fue puesto a disposición un sólo detenido por la portación ilegal de arma, delito que amerito la puesta a disposición, el pago de una multa y seguir su proceso en libertad. La pregunta de los fiscales federales y del Centro de Inteligencia Militar, fue sobre el destino de los otros dos presuntos detenidos reportados ante el C5.
De haber puesto a disposición a los tres implicados, los cargos serían graves, empezando por delincuencia organizada que habrían cambiado completamente el curso de las investigaciones y el carácter federal del delito lo habría hecho casi imposible de superar como finalmente se logró.
Qué fue lo que sucedió en realidad, según reportes entre agencias federales que incluyen a FGR, Sedena y Marina, el nombre de Óscar M Chávez Martínez sonó rápidamente y fue señalado como un asunto de “acuerdos”, pero con quién, fue la pregunta. La respuesta no es una ingenuidad, se sabe que el secretario tapachulteco encargado de la seguridad doméstica de esta ciudad, ya pactó con grupos y organizaciones, es aquí donde cabe la verdadera pregunta: cuál de todas las que operan en esta ciudad.
Prepotencia en Tuxtla Chico
El pasado viernes 18 de octubre por la tarde, en el kilómetro 15 de la carretera Tuxtla Chico-Tapachula frente a una tienda de conveniencia de la firma OXXO, se reportó un accidente entre conductores, ambos de uso particular.
Se dio parte a la policía municipal de Tuxtla Chico que hizo presencia en el lugar para tomar conocimiento y deslindar responsabilidades, el siniestro involucró a un policía municipal en activo de Tapachula, Alberto Pérez Morales se desempeña como comandante de la municipal tapachulteca, fue puesto a disposición del ministerio público en esa localidad por daños, al momento de la diligencia el comandante Pérez llevaba consigo dólares y euros, consta en el acta de la puesta a disposición. Además, los cargos de la detención eran por daños en accidente de tránsito, con un vehículo en su poder había dañado el auto particular de la madre de un elemento de Guardia Nacional, se trata de un Teniente con plaza en el 911 y entonces fue remitido.
Pérez Morales sólo tuvo que esperar algunas horas a que apareciera su jefe; de acuerdo con el parte informativo de la policía de Tuxtla Chico, el secretario de seguridad pública municipal de Tapachula, Óscar M Chávez Martínez, apareció con vehículo oficial y escoltado por otros elementos a bordo de patrullas de Tapachula a exigir con absoluta prepotencia dejaran en libertad a Pérez Morales, situación que encendió los ánimos entre policías y desató un enfrentamiento verbal que al final, dio como resultado que soltaran al infractor, no sin antes empeñar que se pagarían los daños a la parte afectada.
Al mismo tiempo, se le devolvieron los dólares y euros que tenía en su poder; de acuerdo con el reporte de Guardia Nacional, el mismo vehículo que conducía el comandante de Tapachula antes del accidente, fue visto circular en la zona de Talismán, pero de ida y luego de vuelta cuando sucedió el siniestro.
Estos dos eventos que van más allá del infortunio, dejan muchas dudas sobre el verdadero perfil de Chávez Martínez al frente de unas de las fuerzas municipales de policía más cuestionada de la frontera sur, la policías tapachulteca es señalade de inepta, corrupta y coludida con las bandas criminales, no es exclusiva de esta administración, pero si esta es la persona en que el recién llegado gobierno va a comenzar a operar, entonces el SOS lanzado desde varios sectores de la población en el municipio no va a tener respuesta en esta administración que en materia de seguridad ya comenzó con números rojos y con menos confianza del que se fue.
Desde el monitoreo militar suena el nombre de Óscar M Chávez Martínez y no es en buenos términos, de acuerdo a fuentes de Semar, la figura del encargo de la seguridad de los tapachultecos no termia de convencer y ya lo tienen en marca personal.
Desde el primer momento de la llegada del gobierno municipal en esta administración encabezada por Yamil Melgar Bravo, se dijo que en el tema más importante para los habitantes de la ciudad, la seguridad, al alcalde le impusieron a este señalado servidor público y la firma de la casa como bienvenida, fue una serie de eventos lamentables que conmocionaron a la población, entre ellos los cateos y balaceras entre militares y presuntos civiles armados y el asesinato de Ricardo, un menor de 16 años a manos de hampones que lo mataron sin al más mínimo remordimiento, homicidio que fue grabado en video que le dio la vuelta al país en los medios y la redes, así se expuso la incapacidad de un cuerpo de policía municipal que no tiene ni pies ni cabeza; sin embargo, lo que sí deja muy claro es que desde los mandos federales no hay total confianza hacia el jefe de la policía de Tapachula y eso mete mucho ruido al tema de la coordinación entre autoridades para darle estabilidad a una ciudad lastimada, amenazada y golpeada por el crimen en todos sus niveles.