Autoridades Guardan Hermetismo en Torno a Histórico Decomiso de Cocaína en Chiapas

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• Casi cuatro mil kilos de cocaína asegurados por la FGE.
• Nieto de poderoso capo de la droga entre los detenidos.

Tonalá, Chis. 16 de Marzo de 2021.- Autoridades ministeriales en Chiapas, mantiene férreo hermetismo tras el decomiso de poco menos de cuatro mil kilogramos de cocaína asegurados el pasado 10 de marzo por la policía ministerial en Tonalá, operativo en el que resultó herido de gravedad el comandante regional de esa localidad.

A seis días del más grande decomiso realizado en Chiapas por la Fiscalía General del Estado (FGE), en los últimos años, el fiscal general del estado Olaf Gómez Hernández, no ha emitido pronunciamiento alguno a pesar de que entre los detenidos trascendió se encuentra el nieto de uno de los más poderosos narcotraficantes del país con origen en Sinaloa.

El extraño proceder de la FGE que encabeza Gómez Hernández, tiene que ver con el trasfondo del operativo, según se indicó por fuentes castrenses; en ello se comentó, hay una negociación que se tenía pactada según la primera versión de los detenidos y que involucraría a mandos de la Fiscalía y de la policía estatal en Chiapas, luego de que en el intercambio de fuego se solicitara el apoyo de agentes de la Guardia Nacional y de las heridas provocadas a un agente estatal.

El silencio de la Fiscalía en Chiapas tiene que ver con una “negociación” previa para dar cobertura a la operación de la célula del crimen organizado vinculada con el cártel del Pacífico, sin embargo, todo apunta a que la avaricia de los mandos de la FGE, fue más allá y se quiso renegociar la operación, esto derivó en una reacción negativa por parte de los presuntos criminales y entonces se desató la confrontación.

Despierta fuerte suspicacia que se oculte información de este aseguramiento, pues a decir de los expertos en análisis del fenómeno del narcotráfico en México, este sería uno de los golpes más contundentes al crimen organizado que se haya registrado en la actual administración no sólo del gobierno chiapaneco, sino del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por su parte la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizad (SEIDO) de la Fiscalía General de la República (FGR), atrajo la investigación del caso y hoy se encuentra en Tonalá realizando las investigaciones correspondientes pues se tiene la sospecha que las autoridades en materia de seguridad en esa plaza se encuentran involucradas en temas de protección al grupo del crimen organizado que opera en la zona de la Costa chiapaneca.

En ese mismo sentido, fuentes militares dieron a conocer de manera extra oficial qué previo al enfrentamiento ocurrido el pasado 10 de marzo, el subdirector de la Policía Especializada José Luis García Zavaleta habría estado en la comandancia regional de Tonalá y que éste podría haber ordenado el operativo bajo la coordinación del director de la Policía Especializada Alfonso Enrique Méndez Rojas, para detener a esta peligrosa célula del cártel del Pacífico, afirmaron.

Del mismo modo, otras fuentes señalan que la visita de García Zavaleta a Tonalá, habría sido para subir el precio pactado para la protección brindada por la FGE; ante la negativa de los delincuentes, éste ordenó la detención del grupo criminal para después negociar su libertad y la devolución de la mercancía.

El supuesto calambre a esta célula delictiva salió mal lo que derivó en el enfrentamiento donde Ludiner Merida, Comandante Regional, resultó gravemente herido y fue trasladado a la capital chiapaneca.

En la refriega los agentes de la FGE fueron auxiliados por elementos de la Guardia Nacional, quienes lograron asegurar a 7 personas, dentro de ellos 4 originarios del estado de Sinaloa y tres del este municipio costeño de Tonalá.

Entre los detenidos se dijo, estaría el nieto de uno de los campos más buscados por las autoridades mexicanas y norteamericanas nacido en Sinaloa, sin que esta información haya sido confirmada dentro de las indagatorias que realiza la Seido.

Asimismo se indicó que en coordinación por intercambio de información entre agencias mexicanas y norteamericanas, existe la colaboración en este caso de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos, (DEA por sus siglas en inglés), quienes investigan de manea directa a varios mandos de la FGE entre ellos el propio Fiscal General en Chiapas, Olaf Gómez Hernández y varios de sus fiscales y mandos de sus policías ministeriales y especializada.

Luego del enfrentamiento, los detenidos fueron llevados a la oficinas de la Fiscalía Regional con sede en Tonalá dónde en cuestión de minutos llegaron diferentes corporaciones policiacas federales entre ellos elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM) y estatales, lo que hizo imposible el intento por negociar con los detenidos; en un primer reporte se aseguró que lo decomisado y los presuntos delincuentes fueron llevados hasta la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, sin embargo al transcurrir de las horas se informó entre corporaciones que el traslado fue a la ciudad de Tapachula, bajo un fuerte dispositivo de seguridad que involucró a más de cien elementos federales y del Ejército en al menos 20 unidades blindadas para dar cobertura de seguridad en el traslado.

Finalmente trascendió que los detenidos pidieron entablar una negociación con las autoridades que encabezaron el operativo, entre ellos se mencionó como mediador al exdirector de la Policía Estatal Preventiva, José Santos Hermenegildo Ortiz, recientemente dado de baja de la cooperación por sus nexos con la delincuencia y por su presunta participación en un homicidio cometido al interior de un rancho de su propiedad. Esta versión corrió como reguero de pólvora minutos después de realizarse las detenciones; se habló de una fuerte cantidad de dinero en dólares que rebasaba la cifra de seis ceros, lo cual indica que esto se trataba de un duro golpe al crimen organizado.

Por estas filtraciones al interior de la FGE y sumadas a las últimas detenciones en territorio guatemalteco de varios capos del crimen organizado mexicano, la DEA mantiene bajo la lupa a varias autoridades mexicanas en la Frontera Sur. Del mismo modo la Seido ha llamado a cuentas a varios mandos estatales que estuvieron presentes en dicha acción y entre ellos se espera que en breve sea llamado a rendir cuentas sobre este caso al propio Olaf Gómez Hernández, como cabeza de la institución que lejos de ser transparente, ha caído en contradicciones sobre la forma y fondo en que se llevó a cabo este histórico decomiso que le arrebata al crimen organizado una millonaria cifra en dólares sobre sus ganancias.

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