- Se evidencia una vez más la incapacidad del Fiscal Olaf Gómez para cumplir con la encomienda de brindar seguridad a la población chiapaneca
- Agentes de la Fiscalía ni por error se asoman a la “carretera de la muerte”, lugar a donde sólo entra la Marina y el Ejército, es una “zona caliente” por los cárteles de la droga
Frontera Comalapa, Chiapas; marzo 09.- Chamic es una plaza que se disputa a sangre y fuego por parte de los cárteles de la droga con operaciones binacionales; la tarde de este miércoles se reportó intensa balacera con bloqueos carreteros en varios puntos de San Gregorio entre dos células –se dijo-, de bandos rivales.
De acuerdo con la información no oficial, las detonaciones se reportan entre la comunidad Flor de Mayo, en La Trinitaria y hasta el Jocote, en Frontera Comalapa; en el lugar se reportó un bloque realizado por sujetos armados para impedir el arribo de bandas rivales a la zona.
Trascendió que son grupos afines al Cártel de Sinaloa que le disputan las plazas del trasiego de drogas al Cártel Jalisco Nueva Generación, ambos y por separado argumentaron que pasan una cuota al titular de la Fiscalía General del Estado en Chiapas. De acuerdo a versiones no oficiales de líderes de comuneros en la región, los lugartenientes de ambos bandos afirman que reciben protección de Olaf y su gente y que por eso son “intocables”, a la par de esto, la realidad es que no hay presencia de la FGE en la zona, mucho menos de la Policía Especializada que en vez de instalar filtros y retenes en esa zona, los realiza en la Costa y Norte para sacar dinero a los viajeros y transportistas.
En las últimas semanas se ha hecho evidente la incapacidad de la FGE y su titular para dar certeza en la seguridad y procuración de justicia en Chiapas, crímenes al alza como la extorsión, cobro de piso en la Costa, son incontrolables. A pesar de las investigaciones, los transportistas (sector más golpeado con varios muertos en la cuenta), advierten que las acciones del gobierno son tibias, por lo que las llamadas de extorsión y las amenazas son el pan nuestro de cada día, el temor está sembrado con balas y sangre en el Soconusco.
En la Sierra Mariscal, los levantones y ejecuciones son tema de una semana y la que le sigue, también. Una región en la que ni por error se meten los policías estatales y agentes de la FGE; sólo la Marina y algunas unidades del Ejército están en la zona.
Hay un marcado modus operandi de la gente de Olaf, la cobardía de los elementos a su cargo se refleja en sus acciones; actuaciones por consigna y al margen de la Ley propician un descontento social, pero en general una enorme desconfianza que pesa ya de sobremanera a la institución encargada de dar certidumbre a las y los chiapaneco. ¿Los hilos que mantienen a Olaf son controlados por el gobierno? La duda nos dicta una respuesta llena de dudas.