- Al parecer se enfrentaron grupos delictivos rivales en diversos puntos de la ciudad
- Las autoridades brillaron por su ausencia, a pesar de los reportes de la ciudadanía que alertaban sobre los enfrentamientos
- Tapachula pierde el rumbo por tanta violencia, ya no es seguro salir a las calles: habitantes
Tapachula, Chiapas, 17 de agosto de 2024.- La madrugada de este sábado se registraron fuertes enfrentamientos armados en diversos puntos de la ciudad, provocando la histeria colectiva de la población que fue testigo de cómo grupos delictivos se disputan el control del territorio a punta de pistola.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 2 y media de la madrugada, cuando ráfagas de disparos de alto poder arrebataron de golpe la tranquilidad de la ciudadanía que se disponía a descansar, mientras que otros ya se hallaban durmiendo.
De acuerdo a testigos, sujetos fuertemente armados a bordo de lujosas camionetas circulaban a gran velocidad disparando armas largas en las calles, principalmente en colonias del sur oriente de la ciudad.
Hubo reportes de disparos de arma de fuego en el Par Vial, rumbo al Libramiento Sur, en la colonia Indeco, La Joya, Santa Clara y demás asentamientos aledaños. El pánico se apoderó de la población, presa del miedo al escuchar lo que parecía una guerra sin tregua en las calles.
Las ráfagas de disparos se prolongaron por espacio de varios minutos, acompañados del rechinar de las llantas de los vehículos y motocicletas en que viajaban los protagonistas de tan burdo acontecimiento. Las redes empezaron a llenarse de mensajes de advertencia, de no salir a las calles, resguardarse bien en sus hogares para no recibir una bala perdida.
Fue ahí donde la ciudadanía se sintió más sola y abandonada que nunca, ya que a pesar de las llamadas de alerta a las autoridades policiacas, estas brillaron por su ausencia; no se escucharon las sirenas de las patrullas, no se vio a los grupos especiales como el GERI acudir a los llamados de alerta. Ni siquiera la Guardia Nacional ni el Ejército se aparecieron a brindar auxilio a una ciudadanía presa del pánico y aterrorizada por la intensa balacera.
Poco a poco se fue suscitando una tensa calma, aunque esta era interrumpida por ráfagas de disparos de arma de fuego de grueso calibre, las cuales describían la situación actual de Tapachula: la ciudad ha sido tomada completamente por el crimen organizado, quienes actúan con completa impunidad sin ser molestados por ninguna autoridad.
Apenas al medio día del viernes se había registrado un intento de levantón en pleno centro de Tapachula, como los muchos que han ocurrido en toda la ciudad. Los delincuentes, al parecer integrantes de dos grupos criminales, de Jalisco y de Sinaloa, se pasean por toda la ciudad, armados hasta los dientes, sin ser detenidos y cometiendo actos violentos sin recibir castigo. Tal pareciera que las autoridades o les tienen miedo o les dieron carta abierta para operar sin molestarlos.
Ya por la mañana de este sábado, elementos de diversas corporaciones policiacas fueron apareciendo junto a personal militar. En el fraccionamiento Santa Clara ubicaron una vivienda que fue completamente rafagueada con disparos de alto calibre. La fachada del inmueble presentaba cientos de impactos de bala, mientras que en los alrededores se hallaron cientos de casquillos percutidos. Justamente en ese lugar, personal militar halló una granada de fragmentación, la cual fue activada por los mismos militares en el lugar debido al riesgo de que pudiera explotar siendo trasladada a las instalaciones militares.
Lo ocurrido la madrugada de este sábado en Tapachula sienta un precedente, dejando de manifiesto el poder que han alcanzado las organizaciones criminales en la ciudad. Y también deja un llamado desesperado de auxilio de la ciudadanía hacia las autoridades de los tres niveles de gobierno, exigiendo un ¡YA BASTA! de tanta inseguridad y violencia, que se actúe de manera enérgica apara devolver la tranquilidad a la población. Se debe reconstruir el tejido social y garantizar la seguridad de la ciudadanía, con acciones concretas en materia de seguridad, sin simulaciones como ha ocurrido últimamente.
Tapachula está a merced de los delincuentes, y dejada a su suerte por las mismas autoridades. La ciudad se ha convertido en una zona de guerra y botín de los grupos criminales a los que no les tiembla la mano para atacar y sembrar el terror, sin importar las víctimas inocentes de su disputa por el control de la plaza.