Descaro y Cinismo en la Toma de Posesión de Carlos Humberto Victorio Gálvez Como Coordinador de RSP en Tapachula

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• La mira está puesta en el dinero y la alianza que se pactará.

• Vacío de argumentos demuestra RSP en su incursión como presencia política local.

• No importa el proyecto, ni el candidato, a menos que el dinero se ponga en la mesa.

Tapachula, Chiapas; OCT 20.- Sin un gramo de vergüenza, con todo el cinismo acuestas pero con la ambición firme y desmedida que lo caracteriza, Carlos Humberto Victorio Gálvez fue ungido como el número dirigente del recién formado partido de la maestra Elba Esther Gordillo, el pago político que le hace el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la exlíder magisterial y que forma parte de la estrategia de Morena para las próximas elecciones en el 2021.

Por donde se le quiera ver, esta organización política, no es más que un negocio tras un acuerdo entre el presidente y la exlideresa del SNTE venida a menos y que ahora quiere retomar su cauce político luego del intento de hacer Nueva Alianza su plataforma “competitiva”, pero que apenas logró algunos puestos de elección popular y que sólo sirvió a los intereses de Gordillo Morales en su momento.

A este juego, de la peor clase política se sumó Victorio Gálvez, luego de que este lunes arribara a la ciudad de Tapachula Alfredo Ramírez Guzmán, coordinador estatal de Redes Sociales Progresistas (RSP), este partido al que sólo le hace falta firmar “al Servicio de López Obrador”.

Bajo el cargo de coordinador municipal y en franca referencia, se lee que será el abanderado de este instituto político en busca de la candidatura a la presidencia municipal de la Perla del Soconusco; este chapulín es un descarado luego de haber sido uno de los artífices de la campaña en 2017 para el PRI, entonces arropado por César Ramírez con sus fallidas “Casas Victoria”, estrategia que no le alcanzó al PRI local de Mazatán y de Tapachula ni para el arranque en las elecciones.

Ahora en este nuevo galimatías que es RSP, sin tapujos ni pudor, en la firme convicción de que el dinero fluirá y es el objetivo de este chapulineo obsceno, chaquetean tanto que fingen demencia partidista y se amparan que van por el candidato, más que por el partido, sólo que a Victorio Gálvez se le olvida que él sin el partido en el que militaba, no es nada, no es nadie.

Su discurso rancio y deslucido, plagado de lugares comunes, dejó al descubierto su raíz priísta al afirmar que su proyecto “es de puertas abiertas para la población”, se dijo “gestor incansable”, que velará por la problemática de la población den todas las comunidades, argumentos pobres y vagos en sustento.

La plataforma improvisada y fuera de lugar se reveló ante un pobre argumentador que no tuvo interlocución, el monólogo irrisorio fue más de lo mismo, sin embargo deja un claro mensaje de que se venderá al mejor postor llegado el momento, clásico de los “chapulines electoreros”.

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