- El fallecido era maestro jubilado de la UNACH en Huehuetán
- Exigen que línea de investigación se centre en la extorsión
- No fue atraco, fue una ejecución: familiares
Tapachula, Chiapas; marzo 05.- Sujetos desconocidos a bordo de una camioneta dispararon en contra de un hombre a quien le provocaron la muerte luego de recibir tres impactos de bala, los sujetos lograron huir abandonando el cuerpo a las afueras del negocio del occiso, hechos ocurridos la mañana de este sábado en Poste Rojo, en el perímetro del municipio de Tapachula.
Tras la agresión, varias personas que estaban en el negocio con razón social Caldito Sureño salieron a tratar de auxiliar al agredido, sin embargo, los disparos le cegaron la vida; el cuerpo fue identificado como José Luis Moreno Martínez de 62 años y propietario del negocio tipo restaurante.
Mientras esto ocurría en la carretera tramo Tapachula – Huixtla, autoridades de los tres niveles de gobierno anunciaron que este mismo sábado daría inicio un operativo en contra de las acciones de la delincuencia organizada, pero luego de saberse el atentado de esta mañana, el operativo fue tachado como un absoluto fracaso, así lo advierten habitantes de varios municipios donde la violencia generada por las bandas dedicadas a la extorsión, al no cobrar el piso, llegan a cobrarse con la vida.
De acuerdo con los últimos informes, testigos aseguraron que Moreno Martínez era también dueño de una bodega de reciclaje de desperdicios industriales ubicada en el mismo lugar del restaurante; al principio se dijo que todo fue un atraco, sin embargo, la versión se fue a tierra cuando dentro de las pertenencias de la víctima fueron hallados varios billetes, sin que se aclarara el monto, por lo que la versión del atraco fue descartada de inmediato, iban directo por él.
Asimismo Carmen “R” de 65 años y esposa del fallecido, afirmó que esto fue un ataque directo: “un hombre se bajó de la camioneta, una Ford Ranger color blanco, con góndola negra, uno más quedó al volante con el motor encendido, el que se bajó sólo cruzó unas palabras con mi marido y lo mató, le disparó tres veces y se fue arriba de la camioneta”, fue lo que logró decir la mujer visiblemente afectada por lo ocurrido. El o los presuntos asesinos huyeron sobre la carretera con rumbo a Huixtla.
En el avance de las investigaciones preliminares, se sabe que la víctima José Luis Moreno Martínez, era el dueño de los dos negocios, maestro jubilado y ex director de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UNACH, ya con varios años en el negocio propio; advirtió que desde hace varias semanas atrás recibió llamadas extrañas de supuestos líderes de un grupo que le “cobraría por su seguridad”, ante estas revelaciones, la familia y amigos exigen que la Fiscalía chiapaneca esclarezca este homicidio a la brevedad, teniendo como primera línea de investigación la posible comisión de delitos relacionados con el cobro de piso y la extorsión.
Trascendió que por el giro que el profesor Moreno –como se le conocía-, manejaba en la recicladora, era blanco de un sinfín de actos de abuso por parte de las autoridades locales, de la misma Fiscalía y de la Guardia Nacional, principalmente al tratarse del giro de desperdicios industriales.
Esta misma mañana desde Huixtla se dio el banderazo de salida a un operativo interinstitucional con los tres órdenes de gobierno, en los que participan la Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado, la Policía Estatal Preventiva, Tránsito del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, teniendo como objetivo la presencia policial en las distintas terminales del transporte público, tanto de rutas locales como foráneas; brindar mayor seguridad a transportistas así como a usuarios de dicho transporte es la meta, pero se les olvidó que la presencia del crimen organizado ya trastocó a otros giros comerciales.
Ante la incapacidad de las corporaciones encargadas de la seguridad, la población de los municipios de la costa de Chiapas lanzan un SOS, desde Suchiate hasta Arriaga, donde exigen la presencia del Ejército en las calles de los municipios, no sólo de la Guardia Nacional, a la que dijeron “ya le perdimos la confianza porque se dejaron corromper, al igual que los ratas de la fiscalía. Queremos al Ejército y la Marina patrullando las calles”, así lo manifestaron pobladores de Huixtla, Tuzantán y Villa Comaltitlán ante el alza en la ola de delitos relacionados con la extorsión.
“Da mucha tristeza ver cómo Chiapas y su Costa fueron entregados a los malos, a los mañosos; el fiscal y sus compinches son los culpables de que la violencia se haya desatado, los fiscales de distrito sólo protegen a los pandilleros que atacan a la gente de bien, estamos solos en Chiapas, no hay autoridad”, advirtieron testigos que presenciaron el crimen en Poste Rojo.
Hasta el momento el cuerpo sigue en el Semefo donde se le practican las diligencias de Ley, se está a la espera de que sea entregado a sus familiares.
La violencia generada por las bandas de extorsionadores no cesa, y en lo que ha del año ya han ocurrido por lo menos 3 asesinatos, además de agresiones armadas y hasta la quema de unidades, debido a que las víctimas no quisieron pagar el derecho de piso que les exigen los delincuentes.
Esto se pudo haber evitado si en la FGE de hubieran puesto a trabajar, con estrategias efectivas de seguridad para el combate a estas bandas. Pero lamentablemente o no han querido hacer su trabajo o algo se los impide. La lógica que manejan los agraviados es que hay presuntos acuerdos entre las bandas delictivas y las autoridades en Chiapas, quienes los dejan trabajar a sus anchas.
Incluso los extorsionadores hacen alarde de que ya cuentan con el consentimiento de la Fiscalía para poder operar, por ello el sin fin de amenazas que realizan en contra de comerciantes y transportistas, los cuales se han incrementado en las últimas semanas a niveles preocupantes.
Por ello piden que se esclarezca este nuevo homicidio, que una vez más pone en entredicho la acción de la Fiscalía con un operativo muy endeble, que quedó en ridículo horas después. Y también exigen que se garantice la seguridad de los sectores productivos y sociedad en general, quienes ya no pueden con tanta violencia desatada.
