- La alcaldesa vive en una burbuja donde cree que todo está bien, no atina a ver la realidad del abandono e inseguridad en que mantiene al municipio
- Población comienza a hartarse de la falta de resultados, y ya se lo echan en cara
- Suchiate es mal gobernado por una seudo influencer, quien prefiere presumir sus lujos en redes sociales ante que atender las necesidades de su pueblo
Suchiate, Chiapas; febrero 24.- En el municipio de Suchiate las cosas ya no avanzan como antes, hay dispersión de recursos tanto humanos como económicos, se aplica una displicencia abrumadora, se trabaja con desdén y frivolidad desde la misma oficina de la presidencia municipal; algo se rompió en ese Ayuntamiento, donde creen que cabalgan en caballo de hacienda, pero no se dan cuenta que ese cuaco ya se cansó y ahora montan un burro.
Para la administración de Sonia Eloina este segundo periodo al frente de la alcaldía suchiatense no es más que un segundo aire para presumir, simular y aparentar; pero el juego de la política es así, lo que no se han dado cuenta es que hay un momento en que ya no puedes seguir en la misma tonada, porque cansa la misma cantaleta.
La alcaldesa Hernández Aguilar gobierna desde el Facebook, presume bolsas y vestidos, así como zapatos y joyas en un municipio donde el 90% de sus habitantes sobreviven al día, gobierno rico con pueblo pobre no es bien visto desde la Cuatro Te (4T), esa misma que la llevó a un segundo periodo en el gobierno y que ya muchos piensan que fue la peor decisión.
Enfrascarse en nimiedades podría ser la mejor opción, pero no es menor que en Suchiate los recursos, que el gobierno del estado y el federal aseguran ya fueron enviados, no se ven ejercidos por ningún lado; obras como el drenaje y la planta para tatar aguas negras simplemente no avanzan, y se supone que el dinero ya fue enviado en su totalidad para esos fines.
Por obvias razones se pregunta en directo, ¿qué pasó con las obras? ¿En dónde están los recursos o en su caso las obras en avance o concluidas?
Son los vecinos del ejido Miguel Alemán quienes han puesto el tema en el debate diario de lo que a Suchiate le duele, porque no es poca cosa; el trabajo empleado en ese sitio ha sido por la organización de las personas, parece indicar que cuando el gobierno “mete su cuchara”, las cosas se vuelven pesadas, pantanosas, y con justa razón se muestra la indignación de los habitantes, pues el trabajo para hacer de este lugar uno de los más pulcros y ser reconocido a nivel nacional por ese tema, les asiste la razón para mostrar su indignación.
Se les prometió contribuir a su estilo de vida, sano, salubre, ordenado, justo y equitativo; un trabajo de enormes cualidades que incluso es replicado en otras latitudes, como ejemplo de que la organización de la sociedad civil surte efectos inmediatos; la obra prometida y que no acaba de llegar es la instalación del drenaje, donde para tales efectos se rompió la calle para introducir el servicio, el cual no se ha terminado y ahora las calles lucen hechas un desastre, con tierra por todos lados, un servicio básico y vital que no se ha concluido, con un esquema de cero aclaración del porqué no hay un avance en la obra si el dinero ya fue enviado, según fuentes federales.
Varios sectores de la población piden al Órgano de Fiscalización del Gobierno Estatal y a la Auditoría de Superior del Estado que analice la cuenta pública del municipio, luego de que se sabe que hay recursos sin ejecutar, es decir existe incluso un subejercicio en el año 2021, pues en la realidad no hay más trabajo de obras e infraestructura. Con el pretexto de la pandemia por Covid-19, muchas de las actividades del Ayuntamiento cayeron en un llamado “punto muerto”, aprovechado por la actual administración para faltar a la transparencia en la aplicación de los recursos, tal y como se venía haciendo en el periodo anterior, donde Sonia Eloina trabajó por el partido Mover a Chiapas, sin embargo, desde que cambió sus filas a Morena, el gobierno de la alcaldesa se tornó en un municipio con amplios señalamientos de corrupción, nepotismo y ocurrencias.
Durante un recorrido por la planta de tratamiento de aguas residuales, solo se observó una revolvedora, una carreta así como varias botellas vacías de cerveza, por lo que se presume que esta obra podría estar parada y los únicos trabajadores que están en la zona son los encargados de cuidar herramientas y materiales; por ello los habitantes de esta comunidad exigen una investigación, pero sobre todo que la presidenta municipal Sonia Eloina Hernández de una solución y deje de promover la imagen de su hijo, a quien quiere heredar la alcaldía y ella subir a una diputación federal, pues así lo ha manifestado.
En el último trimestre de 2021 la confrontación de Sonia Eloina desde las redes sociales, (sitio desde donde le encanta gobernar), cayó en el tema de aprobación de la ciudadanía, cada que se reporta un hecho de sangre lo minimiza y argumenta que se sobredimensionan los hechos de violencia, y que son producto de “unos cuantos” que la quieren desestabilizar y que incluso los tiene bien identificados, afirmando que son los mismos que toda la vida han vivido de los convenios a expensas del dinero del pueblo, por lo que ni tardos ni perezosos los defensores de la presidenta y sus equipos de lacayos fieles al dinero que les envía quincena con quincena intentan desagraviar a la munícipe sin éxito, pues en eso está cuando ya le muestran al ejecutado del día, al baleado de tal o cual ejido, al macheteado por temas de tráfico de drogas, por la extorsión o por un segmento de su Policía Municipal, que cobra piso a diversos comerciantes de la franja fronteriza.
Asimismo en el periodo de tiempo al final de 2021, y en lo que va de 2022 se sabe que Hernández Aguilar se volcó a engrandecer la figura de su hijo, quien está de manera honorífica al frente del DIF municipal, el presidente Sergio Alfonso Peralta Hernández es a quien a toda costa y cueste lo que cueste quieren incrustar Sonia Eloina como figura principal en la carrera por el 2024, que para ella está a la vuelta de la esquina, pero para el resto de la población es algo que aún falta; obvio mientras ella gasta en seguridad personal en uno de los municipios más violentos de Chiapas, el resto de los suchiatenses se tiene que conformar con una policía mediocre, mal pagada, mal capacitada y peor equipada. Por eso cuando se les llama no llegan, con esto se entiende que estén señalados como una de las corporaciones con mayores casos de violación a derechos humanos y bajo sospecha de colusión con la delincuencia organizada, según datos de la propia FGE, que para tales afectos ya es decir mucho.
Y así transcurren los días en Suchiate, entre la frivolidad y el desdén del gobierno local.