- La 4T ha denigrado al Ejército Mexicano comprándolo y obligándolo a realizar tareas como Guardias Nacionales: Expertos
Tlaxcala, México; SEP 30.- En video quedó viralizado el momento en que un agente de la Guardia Nacional de la División Caminos, identificado como Sub Oficial Antonio Hernández Rivera, intenta arrebatar el celular con el que fue exhibido en plena extorsión, hechos reportados en una pensión de trailers donde son visitados por agentes de la GN para el cobro indebido a transportistas y avalado por los mandos superiores.
La corrupción en la 4T lejos de ser erradicada, se ha institucionalizado, como verdaderos muertos de hambre suben a los vehículos, intimidan, amenazan, persiguen con toda la impunidad que la 4T les ampara; además de ser los propios Generales del Ejército mexicano impuestos como mandos “civiles” que cegados por la ambición fomentan, avalan y exigen cuotas millonarias en cada turno para beneficio personal y de esta manera dejar de molestar al autotransporte.
Usan las patrullas, el uniforme, las armas y la placa de “autoridad”, para ejercer lo mismo que hacen los malandros del crimen organizado; esta es la autoridad que dice cuidar de la seguridad de los mexicanos.
El video muestra el número de patrulla que manejaba este sujeto que con sus actos pisotea el honor de una institución del Estado mexicano, es la unidad 18945 y antes de huir cobardemente luego de que cobró 800 pesos como parte de sus turbios negocios, exigió que el video fuera borrado, lo que no sabía este “agente federal” es que su rostro, uniforme, patrulla y desvergüenza ya corría por las redes como la luz.
Falta ver si de verdad la 4T está por la labor de no mentir, no robar y no traicionar, o si sólo se trata de un slogan politiquero para seguir dando “atole con el dedo” al pueblo mexicano. Si de verdad quieren cumplir esa frase que es la insignia de la actual administración federal, se debe de castigar o incluso cesar al mal elemento, quien en los minutos que tarda el video, dejó claro que su función es la de hostigar y extorisonar a la gente que se supone debe cuidar.