Jaltenango, Chiapas; noviembre 2021.- Policías municipales de la localidad serrana de Jaltenango, advirtieron la detención del elemento de la Fiscalía General del Estado (FGE), adscrito a la policía especializada Noé Pérez Ramón, mismo que en estado de ebriedad y con efectos del consumo de algún tipo de psicotrópico, agredió física y verbalmente al secretario municipal Anderci de Jesús Escalante Calvo.
Escalante Calvo presentó varias heridas internas y externas producto de la brutal golpiza, esto ponen en evidencia la prepotencia del policía ministerial y la impunidad con la que operan desde la FGE, de acuerdo con un reporte del Semáforo Delictivo, es visible que desde la llegada de Olaf Gómez Hernández en la dependencia de justicia, la cadena de mando se desvirtuó a tal grado que la violencia en Chiapas se ejerce desde las propias instituciones del estado, lo que deja mal parado a los dichos del propio gobernador Rutilio Escandón, mismo que su discurso dista mucho de la realidad en materia de seguridad y protección a las y los chiapanecos.
En las últimas horas trascendió que el comandante de la policía especializada Elías Urbina a quien se le conoce por el apodo de El Vaquero, es el padrino de Noé Pérez Ramón y que exigió que fuera liberado por los elementos municipales; una llamada a la comandancia fue recibida inmediatamente luego de ser ingresado a los separos, sin embargo, no fue liberado.
Por su parte el detenido está siendo acusado por delitos de lesiones, amenazas y abuso de autoridad por la parte afectada, este acto fue calificado como “grave” por la presidencia municipal de esa localidad, no es la primera vez que los servidores públicos al servicio de la fiscalía han sido evidenciados constantemente por sus irregularidades; en un análisis de inteligencia militar -fuentes al interior de Sedena-, afirmaron que fiscal general de Chiapas, Olaf Gómez Hernández contrató a un cártel para operar la seguridad en Chiapas y no a policías certificados bajo los controles de confianza, lo que deja en total vulnerabilidad la estabilidad en la entidad.
El reporte castrense es contundente, exhibe al director de la Ministerial del estado Enrique Alfonso Méndez Rojas y sus operadores como objetivos rojos de seguimiento y monitoreo por sus vínculos con células del crimen organizado, en específico con bandas relacionadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Méndez Rojas, Elías Urbina, así como sus comandantes han generado un clima de inestabilidad en todo el estado, el alza en delitos relacionados al tráfico de drogas es inocultable, el alza en la operación de bandas de traficantes de humanos, así como las ejecuciones son algunos de los delitos que se mantienen en el terreno de la impunidad.
El comandante operativo de la Policía Especializada Elías Urbina Vázquez, quien fuera detenido en 2009 por presuntamente dar protección al crimen organizado, fue designado por Enrique Méndez Rojas actual Director General de la Policía Especializada, quien también ha sido denunciado por abusos de autoridad, tortura de personas y presunta protección a bandas delictivas en la zona norte y frontera con Guatemala con influencia en la zona de Comalapa-Comitán.
Urbina Vázquez fue detenido junto a otros elementos policiacos en 2009 por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado por presuntamente dar protección a los Zetas en el norte de Chiapas.
El discurso vago y sin sustento del jefe del ejecutivo estatal sobre la seguridad en Chiapas, se cae a pedazos ante una realidad cruda que a diario lastima a la población chiapaneca; es la frontera sur un lugar sin orden y sin justicia, lo mismo que en el centro y el norte del estado. La amenaza del crimen organizado que controla la costa y frontera escaló en el último trimestre cerca de un 300%, los números son fríos pero muy reveladores, especialistas advierten: “la plaza se está calentando”, esto deriva en violencia y muerte en la región, afirmaron.
Por su parte la Iniciativa Privada no quita el dedo del renglón, de junio a la fecha empresarios de todo el estado a través de las cámaras comerciales, patronales, de industriales, además de los colegios, han denunciado la omisión del fiscal chiapaneco y de sus constantes errores, afirmaron carecer de un canal efectivo de comunicación, “de nada sirve tener una mesa de seguridad si por parte de la FGE los datos que le brinda al gobernador son una vil mentira, todo esto mientras desde la oficina del gobernador hay una pasividad vergonzante que ha generado más dudas que respuestas, por lo que se analiza la petición de su remoción en un documento que sería enviado a legisladores en ambas cámaras federales, en el texto se adelantó, será solicitada la remoción con carácter de urgente del actual fiscal general a través de un exhorto al gobernador chiapaneco.
Finalmente el elemento ministerial Noé Pérez Ramón se mantiene bajo vigilancia de la policía municipal de Jaltenango a la espera de ser liberado o trasladado ante la fiscalía, sin embargo, la falta de actuación de la dependencia estatal ha creado un clima de encono entre la población en contra de la Fiscalía y su titular
