- La mayoría han sido deportados a Honduras.
Guatemala, 4 de octubre de 2020.- Sólo cuatro días duró la travesía de las personas migrantes que integraron la caravana procedente de Honduras, quienes el pasado jueves 1 de octubre ingresaron de manera violenta en la frontera de Honduras con Guatemala.
Esto orilló a que el Presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei declarara Estado de Prevención en seis departamentos del país, como medida para contrarrestar el flujo migratorio, ya que existe el temor de que las personas migrantes pudieran causar un brote de Covid-19.
Por ello, personal militar y de la PNC iniciaron un operativo en busca de los integrantes de la Caravana, ya que al ingresar a Guatemala violaron las medidas sanitarias impuestas ante la reapertura de la frontera.
Además, a su paso causaron destrozos, vandalismo, como lo ocurrido en el puesto Fronterizo El Corinto, en el que rompieron la baya que había instalado perdonal migratorio.
Tambien dañaron escuelas, dejando a su paso basura, eses fecales en la vía pública, pintas, daños en puertas y demás destrozos.
Incluso fueron señalados de dejar tirada la comida que las familias guatemaltecas solidariamente les ofrecieron.
En el camino quedaron tirwadas tortas con frijol, alimento que al parecer le ofende a los hondureños.
Luego de los operativos o redadas, la caravana se fue fraccionando en varios grupos, ya que muchos de los integrantes fueron detenidos o convencidos de desistir de su intención de seguir hacia la frontera con México.
Finalmente este día los pocos grupos que quedaron, fueron encapsulados en Tecún Umán, por lo que retrocedieron y trataron de reagruparse.
Las autoridades guatemaltecas estiman que ya han sido repatriados poco más de 900 hondureños, mientras que el resto de encuentra de camino a su país, quienes son trasladados en camiones militares.
Con esto queda disuelta una vez más la intención de los migrantes de llegar a Estados Unidos.
Algunas versiones afirman que se trató de un movimiento político orquestado por Donald Trump para ganar adeptos, con miras a las elecciones que se aproximan en Norte América.
Por lo pronto, los grupos que aún se encuentran en Guatemala aún no deciden si continuar una travesía que parece cada vez más difícil, o intentar avanzar, aunque en ello pierdan las esperanzas e incluso la vida.