- Personal médico y administrativo presenta desgaste emocional y lo derrama contra el derechohabiente con absurdos procesos carentes de sentido común
Un nuevo caso de negligencia médica se está cocinando en el sistema de salud en la costa de Chiapas, escudados en la falta de infraestructura y una precaria puesta en marcha de llamado IMSS-Bienestar que no termina por cuajar, todo esto pone en alto riesgo la salud de los chiapanecos que tiene que soportar malos tratos, negligencia y una brutal falta de empatía de parte del personal medico y de administración de las instituciones de salud.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, indicó que en el proceso de federalización de los sistemas de salud estatales al Órgano Público Descentralizado (OPD) IMSS Bienestar, se trabaja para crear la institución que en los próximos 80 años sea de atención médica para personas sin seguridad social, “estamos haciendo el IMSS para los que no tienen IMSS”.
Pero lo anterior no se cumple de ninguna forma en Chiapas y en Tapachula no es la excepción, personas de escasos recursos entre estos muchos niños se quedan sin atención médica a pesar de la gravedad de sus padecimientos, esto pasa tanto de Tapachula como de otros municipios, familiares de los pacientes señalan a la incomprensible negligencia de funcionarios que pretenden imponer el cumplimiento de normas y procedimientos que se entiende son un proceso, pero que ante la falta de recursos e infraestructura básica adecuada, no se aplica el sentido común.
No existe aún la infraestructura en un sistema OPD IMSS Bienestar en la costa de Chiapas, todavía le falta para estar consolidando y de la misa manea para tener la cobertura total a las personas que no cuentan con seguridad social, esto sabe a pesar de que los discursos políticos digan lo contrario.
Las quejas por desatención medica son directamente hechas por los pacientes y sus familias, pues en casos de extrema urgencia para su atención (citas oncológicas, de hipertensos, diabetes mellitus, rehabilitaciones), los procesos internos los conocen quienes allí laboran, médicos, enfermeras, administradores, dirección, trabajo social, pero jamás un paciente, es absurdo pensar que mientras el derechohabiente de un servicio médico lucha por su salud y en otros casos por sus vidas, pacientes y sus acompañantes entiendan los procesos; es en este momento en que la empatía, humanismo y sentido común deben ir de la mano con la atención del personal de salud y sus pacientes.
Luego de que los pacientes acuden a un centro de salud IMSS-Bienestar donde son evaluados y por la gravedad de su padecimiento son remitidos a un hospital de segundo o de tercer nivel -según sea el caso-, ya sea el Regional de Tapachula “Manuel Velasco Suárez” o Ciudad Salud, es aquí donde el calvario comienza para el paciente y sus acompañantes.
La negligencia, prepotencia y falta de razonamiento de un personaje que se desempeña como coordinador médico de los servicios de salud OPD IMSS Bienestar, el pediatra Fernando Domínguez Salgado quien impone una serie de requisitos para la atención ya que exige que el trámite de referencia al hospital general de Tapachula o en su caso a Ciudad Salud sea a través de la solicitud vía correo electrónico sin que haya equipos de cómputo para hacerlos.
En el Hospital General de Tapachula no existe la infraestructura y equipo para Trabajo Social ya que no cuenta con computadoras para la solicitud ni equipos de impresión ni papelería para tener físicamente los documentos de la gestión y en su caso la respuesta, que puede retrasarse o perderse como ocurre con frecuencia ya que los correos institucionales a los que los envían están saturados ya que reciben solicitudes de todas las unidades y casas de salud además de mismo hospital lo que implica una ineficiencia de trámites y logística de citas.
A pesar de la situación que se hace caótica y los reclamos van en aumento el medico Domínguez Salgado sigue exigiendo que se cumplan con ese procedimiento como parte de su estrategia sin ser flexibles a la situación de emergencia que presentan muchos de los pacientes entre estos niños enfermos graves que por ser de grupos vulnerables los condicionen a la desprotección que va en contra de las políticas del gobierno federal que busca proporcionar eficiente atención médica y de calidad unidades de salud y hospitales de segundo y tercer nivel con infraestructura digna para los mexicanos no cuentan con seguridad social.