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Tapachula, Chiapas; junio 1.- Pobladores de varios municipios del Soconusco, advierten que es inaceptable la creciente ola de extorsiones y levantones que se han registrado en las últimas horas, desde Huixtla, pasando por Huehuetán y Tapachula, la costa chiapaneca se pinta de rojo y negro en la actuación y negligencia de las autoridades, lo peor es que los señalamientos apuntan a quienes deberían de cuidar a las y los chiapanecos; en las últimas horas elementos de la Policía Especializada fueron señalados y denunciados en redes sociales de ser los verdaderos delincuentes que coludidos con bandas delictivas, levantan y extorsionan a empresarios de distintos municipios.
De acuerdo con las redes sociales, especialistas de la extorsión enfundados en uniformes con placas y armas de la Fiscalía General del Estado de Chiapas, la misma que todavía está en manos del señor Olaf Gómez Hernández, quien desde que llegó a la fiscalía la delincuencia en el gobierno de Rutilo Escandón Cadenas se elevó dramáticamente.
En el municipio de Huehuetán, ciudadanos denunciaron que policías detienen a personas para ser extorsionados, pero que para infundirles miedo, al ser detenidos les cortan cartucho de las armas que portan.
Asimismo en Tapachula las denuncias en contra de los retenes instalados en la zona del libramiento Oriente – Poniente, por parte de la Policía Especializada son el diario calvario para ciudadanos que trabajan desde muy temprano para tener un ingreso, y que por desgracia tienen que transitar por este libramiento donde son extorsionados e incluso amenazados, si no acceden a entregar fuertes cantidades de dinero que van desde los 20 mil hasta los 60 mil pesos, siendo acosados hasta el cansancio.
De no pagar la extorsión, reciben la visita en sus negocios o en sus lugares de trabajo, incluso en sus casas por parte de sujetos que son enviados por los extorsionadores, quienes con placas y armas cobran por tandeo el total de la amenaza.
De estos casos se reportan al menos dos o tres diariamente sobre el Libramiento Sur de Tapachula, mientras la fiscalía al mando de Olaf Gómez, se deslinda de investigar las denuncias, que hasta el momento siguen esperando la actuación de la autoridad, pero como resulta que es la misma gente la que tiene que investigar, es la que extorsiona, entonces es obvio que esos casos siguen en la impunidad.
Varios empresarios tapachultecos han declarado en redes que son objeto y blanco de cada vez más extorsionadores que o fingen ser policías o son policías y que esta no sería la primera vez que se denuncia este modus operandi de los ministeriales, pero como son protegidos desde el comandante que recibe su «chivo», segundo de fiscal de distrito que sólo trabaja cuando ya el agua le llega al pozo, hasta el mismo Olaf Gómez que en su calidad de Fiscal General, seguro recibe parte de las jugosas ganancias que genera la extorsión; y es que se sabe, para nadie es un cuento o engaño, que los policías de la FGE de Chiapas, igual extorsionan a camioneros que a empresarios, inventan cargos, siembran droga o armas, levantan personas y amenazan con desaparecerlos. Son varios los casos en los que se registra que la Fiscalía chiapaneca actúa más como un cártel que como una institución del Estado mexicano.
Finalmente y como cereza de un funesto pastel, se denunció hace apenas unos días el intento de secuestro de una joven mujer a la altura de la 5a Norte entre 5a. y 7a. Oriente en plena colonia Centro.
De acuerdo con la denuncia, la mujer de nombre Patricia «N» habría llevado a dos de sus hijos a una clase de Karate en un dojo de la zona cuando fue interceptada por varios sujetos. Al principio se dijo, fue un intento de atraco, pero el modus operandi de los delincuentes apuntó más bien a un intento de levantar a la mujer.
Según las versiones de testigos, los presuntos delincuentes al darse cuenta que la joven madre estaba acompañada de sus hijos y de más gente, huyeron de la escena abortando el cometido.
La víctima es esposa de un joven empresario local en Tapachula y conocido en varios municipios por su emprendimiento, lo que vincula la denuncia para que las investigaciones giren en torno a su actividad empresarial.
Los chiapanecos de la costa y frontera están alarmados ante el nivel de impunidad que existe en la región, a diario las y los ciudadanos saben que el crimen organizado se apodera del terreno que antes le pertenecía a los habitantes, mientras los delitos de extorsión, secuestro, robo, tráfico de drogas, la portación de armas, los atracos, robo de autopartes se elevan ante la pasividad de las policías y sus jefes y comandantes, incapaces de brindar seguridad.
Los señalamientos en contra de los policías de la FGE deben ser investigados y transparentados por la fiscalía, sobre estos señalamientos no pueden pesar más los temas de dudas e impunidad, pero todo parece indicar que al fiscal Olaf Gómez Hernández, le preocupa más sus negocios personales al margen de la Ley, que la estabilidad de la seguridad en Chiapas, que dicho sea de paso, para eso lo contrataron y está quedando a deber al gobernador que depósito su confianza en él, pero sobre todo al pueblo de Chiapas.
