Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 22 de octubre de 2021.- Fuentes al interior de la Fiscalía General del Estado en Chiapas (FGE), advierten que se avecina un nuevo cambio dentro de la institución, donde tambalea la dirección general de la Policía Ministerial a cargo de Enrique Méndez Rojas, sobre quien pesan varios señalamientos que indican que desde su llegada al cargo, la violencia en Chiapas se incrementó de forma exponencial.
La actitud prepotente y siniestra de Méndez Rojas tiene un largo historial de actividades que no están sujetas al espíritu de la FGE, que es ejecutar la acción de la justicia en favor de la población, pero en manos del actual director de la Policía Ministerial esto jamás se cumple.
De acuerdo con la fuente, Manuel Stivalet Llanes quien apenas asumió al cargo de subdirector de la Policía Especializada el pasado 31 de agosto, sería quien asumiría el cargo de Director de la Policía Ministerial dados los resultados que dejó en su paso por la Fiscalía de Distrito Fronterizo Costa. En esta plaza Juan Carlos Alfaro Cruz, actual fiscal de Distrito, habría sido el encargado de hacer las recomendaciones directas al Fiscal General del Estado, Olaf Gómez Hernández quien está muy complacido, dicen, del trabajo de Stivalet luego de hacer un balance de los trabajos realizados por este elemento.
De acuerdo a reportes emitidos por la propia Fiscalía, entre Stivalet y Alfaro hubo varias fricciones producto de las acciones que se realizaron en la zona de la frontera, sin embargo la capacidad de ambos de ir en conjunto por el control de la seguridad para mantener a raya al crimen en la zona, permitió que ambos llegaran a tener una sana y correcta actuación que terminó por tejer una buena amistad que ahora pone en la línea de acción a Manuel Stivalet como “apaga fuegos” de la FGE.
Ante el innegable incremento de la inseguridad en la entidad, el golpe sobre la mesa vino desde la oficina del Gobernador Rutilio Escandón Cadenas: fuentes del Gobierno del Estado afirmaron que hubo una reunión de emergencia entre la Fiscalía General del Estado con la oficina del Gobernador, en la que se habló fuerte y con datos duros sobre la situación que priva en materia de seguridad en Chiapas.
En el último trimestre de 2021 entre los meses de mayo y septiembre, volvieron las ejecuciones entre la qu destaca la del Fiscal Indígena ocurrido en San Cristóbal de Las Casas, que hasta el momento no tiene avances sustanciales en la carpeta de investigación. En ese mismo sentido se dio el aumento en los casos de extorsión, mención aparte los ocurridos en la Costa en contra de transportistas que eran amenazados de muerte para pagar los cobros por derecho de piso por parte de la mafia y que usa como brazo ejecutor a los Maras asentadas en el Soconusco.
Del mismo modo los atracos en la capital del estado ahora resultan cada vez más comunes y curiosamente millonarios, sin que la FGE y sus Fiscalías tengan datos duros respecto al avance de las investigaciones, y tampoco que hayan obtenido sentencias por estos temas; la población chiapaneca ha hecho duros cuestionamientos respecto de los bajos resultados de Olaf Gómez y su gente al frente de la impartición de justicia en el estado, lo cual ya incomodó al Gobernador, quien harto de los señalamientos en contra de los mandos, ya pidió las modificaciones necesarias al interior de la fiscalía chiapaneca.
