Mazatán tiene gran potencial para ser una ciudad con mejores niveles de vida, un municipio conurbado a la gran ciudad de Tapachula, que juntos podrían ser una megalópolis; pero no, esto no es así.
Y es que no lo será jamás, no porque no sea justo lo que este municipio está destinado a ser, el problema es su gobierno, el mediocre, aburrido y deslucido gobierno que hoy encabeza –todavía- Gilberto Barrientos Coyotzi, alias “Chuchito”, “El Padrino, “El Jefe”, “La Chucha”, “El Pollero” y demás sobrenombres como se le conoce al edil mazateco.
Muestra de ello son los cientos de comentarios que a diario internautas usuarios de la red de Facebook le han propinado al edil de este lugar.
Pero la verdad es que él se los ha ganado a pulso, lejos de molestarle a “Chuchito”, todo parece indicar que esos chiles –los sobrenombres-, sí le embonan al munícipe y encima se luce por el municipio, pero a razón de sus gobernados, sin pena ni gloria.
Barrientos Coyotzi es como dice el dicho: “candil de la calle y oscuridad de su casa”. En reuniones intermunicipales es el que menos habla, el que menos se nota, el que nadie pela y el que a nadie importa, incluyendo al gobierno de Chiapas.
En pocas palabras Gilberto Barrientos Coyotzi es tan insignificante que ni el gobernador sabe su nombre completo; en la última visita de Rutilio Escandón a la región, el mandatario chiapaneco tuvo que ser recordado varias veces en corto, sobre el nombre completo del alcalde mazateco.
Y es que con el ánimo de integrarlo a un equipo de acciones intermunicipales en donde Tapachula es la cabeza, la alcaldesa de Tuxtla Chico Deysi González “le comió el mandado” del protagonismo a Chuchito, -y mire que ya es de muy severo análisis que alguien como la alcaldesa González Aguilar destaque por encima de alguien-, cuando de participar y proponer cambios en la participación de municipios en proyectos y obras para sus localidades, Deysi González fue más astuta que el mazateco para irse con la participación de varios proyectos que atañen a Tapachula con sus municipios aledaños, esos recursos se van para Tuxtla Chico.
Y como no, “si en casa del jabonero, el que no cae resbala”, eso mismo le pasa a la actual administración de Mazatán, una administración oscura, nefasta en atención a sus pobladores, calificada y señalada como de las más corruptas de los últimos trienios, con una planta de colaboradores administrativos de primer nivel multicuestionada, conformada por personajes mafiosos de la región, todos con una deuda contraída por Barrientos Coyotzi.
En dos años al frente de los destinos de Mazatán, a su alcalde sólo le ha alcanzado para pagar el favor de haberlo patrocinado en el puesto que tiene. Siendo así que incluso la pandemia por covid-19 le vino como anillo al dedo a Chuchito, porque ahora todo el dinero faltante y que ya fue repartido entre sus más cercanos “saqueadores” colaboradores, se justificará con cargo al coronavirus.
Uno de los reclamos más sentidos en contra de la administración actual en Mazatán es la abrumadora ola de inseguridad, el abandono a su suerte de los ciudadanos por parte de la fracasada policía municipal es insultante.
Muestra de lo anterior es la ruptura del drenaje que derrama litros y litros de aguas negras pestilentes e insalubres a un costado de la Bodega Aurrerá, situación que se vuelve de suma prioridad para la ciudad, pero no para la administración del gobierno mazateco.
Con el absurdo discurso de la “falta de recursos”, Gilberto Barrientos quiere lavarse las manos y endosar la factura de sus fracasos a el “abandono que le dan a Mazatán en la asignación de recursos”, de parte del gobierno del estado y del federal.
La realidad es que el pueblo mazateco ya no se la traga, el dinero se lo está gastando Chuchito y secuaces en la adelantada campaña electoral, que además de ser ilegal, es obsceno su comportamiento que junto a su mafioso tesorero Luis Vicente Justiniano Wong, han comenzado la campaña #Chenteando, que se perfila para ser un abrumador fracaso político, igual a su administración municipal actual.
Qué fácil y barato es para el capo Chuchito y sus lugartenientes gastarse el dinero de los mazatecos, sin que nadie le dicte lo inmoral que es, para el edil mazateco la palabra moral no le hace eco en su administración, mucho menos saben lo que significa la ética.
Y de eso sabe mucho, largo y tendido Fernando Villalobos, que es quien le ajusta las cosas, las cuentas para que según ellos todo salga “sin contratiempos”.
Para Mazatán, las cosas no caminan nada bien, por el contrario, los problemas son muchos y bajo la administración corrupta de Gilberto Barrientos Coyotzi, se cierne una nube negra que en su interior lleva una tormenta de negligencia, nepotismo, corrupción, cacicazgo, contubernio y complicidades.
Urge entonces ante los señalamientos que son públicos, una respuesta contundente a través de la auditoría superior del estado, la mala noticia es que para que esto suceda de forma definitiva y que se hagan públicos los resultados, deben pasar todavía once fatídicos y lejanos meses de una administración que pasará a la historia de Mazatán, como una de las más grises, insípidas y burdas en la casa de Margarita Concepción, la santa patrona a quién desde ya los mazatecos piden que este horror de administración termine.
