Tapachula, Chis., 2 de agostos de 2021.- El reportero del Periódico Diario del Sur de la Organización Editorial Mexicana, Alejandro Gómez fue objeto el medio día de este lunes en el parque central de amenazas, el abuso de autoridad y privación de su libertada a manos de elementos de la secretaria de Seguridad Pública Municipal de Tapachula a cargo de Fernando Rivas Vázquez.
El comunicador está plenamente identificado por los policías por los antecedentes que existen, lo abordaron cuando esté esperaba ser atendido en la zona destinada para clientes de aseadores de calzado en el parque central Miguel Hidalgo como parte del acoso que existe sobre él desde hace varios meses.
El origen del acoso al periodista se sustenta en una carpeta de investigación vigente en la FGE y por la que están por salir ordenes de aprehensión en contra de uniformados municipales en activo luego de que el 27 de enero del 2020 durante la cobertura de una movilización social Alejandro Goméz y Damián Sánchez fueron agredidos por uniformados hecho que fue ampliamente difundido y sustentado con fotografías.
Sobre lo ocurrido este lunes, se informó que Alejandro Gómez hablaba por teléfono, estaba sentado junto a un “bolero”, allí fue abordado por los elementos que con amenazas trataron de obligarlo a salir de ese lugar en el que se mantiene un exhorto a que no haya aglomeración de gente por el tema del Covid, espacio en el que en ese momento solo había tres personas, el aseador de calzado, un cliente y el reportero que esperaba su turno.
Ante la actitud prepotente que acredita el abuso de autoridad de los tres policías: dos hombres y una mujer, otro reportero, este del periódico El Orbe, Nélsón Bautista decidió hacer una grabación con su celular de la violación a los derechos de su compañero, pero de inmediato fue amenazado por una mujer policía que manoteo el equipo para evitar que tomara fotos o videos amenazando también con levantarlo porque dijo que no podía grabar la acción.
Con amenazas de levantarlo por la fuerza, incluso burlándose de cómo había sido agredido con anterioridad los tres elementos obligaron al reportero a caminar sobre el parque y subirlo a la patrulla SSPPCM 0396 donde estuvo retenido por varios minutos, mientras que los policías no sabían qué hacer con él.
Alejandro pidió una explicación sobre el motivo demostrándoles que no había cometido ni falta administrativa ni delito alguno y que se habían violado sus derechos humanos, minutos más tarde acudieron al lugar compañeros del periodista y un policía a quien los subalternos le llamaron Harry quien con sonrisa burlona ordeno su liberación.
