• Podría estarse gestando en Cacahoatán la “micro estafa maestra” del PRI local.
Cacahoatán, Chiapas; NOV 25.- Mal y de malas en este municipio desde que llegó al palacio municipal el priísta Julio Calderón Sen, y es que la falta de recursos, es el pretexto básico y elemental de este munícipe, la realidad es que “gastan como reyes para entregar obras de bueyes”, la realidad es que no concuerdan las cifras de lo que se presupuesta, con lo que se gasta, en relación a lo que se entrega.
En todo el municipio pobladores saben que no hay obra pública, el gobierno local insiste hasta la saciedad que sí lo hay, pero que no se ve, usa a los pregoneros que subordinados al dinero que les proporciona Calderón Sen, a través de billetazos quiere desviar la atención sobre la forma en que sus acciones son apenas un mínimo porcentaje de los que en realidad se presupuestó, y es que hasta este momento el contubernio entre los constructores y el gobierno de Calderón Sen, es evidente, el sobreprecio de hasta un 300 por ciento es insultante.
Vecinos del barrio Tres Hermanos de la cabecera municipal, expresaron su indignación por las afectaciones que enfrentan con drenajes a cielo abierto, fugas de agua y montones de escombros que tienen como paisaje frente a sus domicilios, desde hace dos meses la constructora encargada del pavimento hidráulico se fue del lugar dejándola tirada y con deudas incluso con los albañiles que contrató los dejó a su suerte, la constructora es de un agente cercano al presidente municipal, por ello la exigencia es de manera directa contra Julio Calderón para que obligue al prestador y proveedor para que cumpla a cabalidad con su compromiso, de lo contrario van a hacer que Julio pague por su “pachorruda” forma de gobernar.
En su denuncia pública vecinos del Barrio 3 Hermanos de la calle 3ª. Norte entre 17 y 19 oriente acusaron que irresponsablemente están expuestos a enfermedades por la contaminación y sus negocios y talleres cerrados que hacen más difícil el confinamiento por la pandemia, la obra de pavimento hidráulico que según les señalaron debería concluirse este mes de noviembre pero que desde hace casi dos meses quedó inconclusa y abandonada.
Alberto Chong Ramírez y Angela Cotoc Hernández entrevistados al respecto expusieron que a pesar de que la familia del presidente municipal Julio Calderón Sen vive a escasa media cuadra del lugar este no ha atendido los reclamos, incluso señalan que algunos de los albañiles que allí trabajaban les informaron que les quedaron a deber, sobre la empresa constructora que tenía a cargo la obra dijeron desconocerla porque nunca informaron del proyecto.
A esto se suman las constantes denuncias por la crisis de seguridad que se vive en el municipio, se ha incrementado alarmantemente las ejecuciones en este municipio están a la orden del día, en las zonas rurales la situación no es distinta, la administración municipal se ha distinguido por una serie de situaciones en la que los problemas sentimentales entre la familia en el poder han sido de mayor prioridad que la atención a la población.
En otros puntos de Cacahoatán también hay obras abandonadas por varios meses, calles destruidas, llenas de hoyos, fuga de drenajes, de agua, acumulamientos de tierra, no hay información oficial, pero se presume que no existen recursos para el pago y que pudieron haber sido desviados para otros fines entre estos apoyos políticos para posicionar a personajes ligados con el edil y el Partido revolucionario Institucional.
La falta de inversión de recursos para la seguridad es evidente, Julio Calderón ha sido señalado por el desvío de recursos hacia otros rubros, sobre todo en aquellos en donde los costos de operación se pueden inflar con sobreprecios.
De acuerdo a las versiones de habitantes de Cacahoatán, el alcalde Julio Calderón Sen cambio su domicilio de la cabecera municipal hacia un lujoso fraccionamiento en Tapachula donde actualmente reside, mientras que la titular del DIF sigue viviendo en Cacahoatán.
Este es claro ejemplo del miedo, es decir, que si el mismo alcalde huye de su tierra por miedo a la inseguridad, es porque ha entregado el municipio al dominio de las bandas del crimen organizado que se han apoderado de los ejidos en la zona alta, se trata de una red de corrupción y subordinación a los operadores de cárteles que permean en la zona alta de Cacahoatán y que usan precisamente estos territorios entre el municipio y el de Unión Juárez como nuevas rutas para el trasiego de drogas.
Según las últimas informaciones con que se cuenta, es que grupos desconocidos de presuntos constructores han desplazado maquinaria pesada de construcción a la zona, sin que se vea reflejado en alguna obra, de manera extraoficial se habla de obras clandestinas que se ejecutan en algún punto de la geografía cacahoateca, pero que no forman parte de una licitación pública, al parecer se trata de actividades particulares pero con uso de maquinaria de grandes proporciones, de la misma que se usa para hacer caminos y carreteras, pero hasta el momento no hay un registro de estos trabajos, en el último informe se dio a conocer que esta movilización de maquinaria se registró durante los meses de confinamiento de la pandemia por coronavirus y que pertenece en un gran porcentaje a empresarios de la construcción vinculados precisamente con el edil Julio Calderón Sen.