- Calles de Tapachula son usadas como estaciones improvisadas.
- Pasajeros son expuestos a enfermedades y accidentes.
Amparados en la corrupción y la omisión de funcionarios de instituciones del gobierno, en las calles aledañas al mercado Sebastián Escobar, 5 de Mayo y San Juan decenas de camiones “Tijuaneros” convierten el espacio público en terminales en la que cientos de personas abordan las unidades para viajar al norte de México y son despedidos por sus familiares sin que haya ninguna medida de sanidad y prevención ante el Covid-19.
Ni los inspectores de Movilidad y Transporte, los de la Secretaria de Salud, SCT ni Tránsito Municipal ni del Estado que son acusados de dedicarse a cazar conductores para infraccionarlos, hacen algo para evitar esta grave irregularidad.
Del caos vehicular, del riesgo a los peatones que transitan por el lugar, del riesgo de salud, nadie se ocupa más que los titulares que instruyen pero que no verifican que los sus subalternos cumplan con las medidas señaladas y es que este tipo de acciones no son nuevas, se habían dejado de practicar, pero ante nuevos funcionarios que son condescendientes una vez más el problema se agudiza cada que estos camiones tienen salida.
Al igual que años anteriores cada vez son más las supuestas agencias de viajes que venden los boletos para este trayecto, sin embargo, una vez que la persona lo adquiere queda a su suerte, porque los vendedores asociados entre si contratan al camionero para hacer el viaje, con lo que las supuestas agencias delegan su responsabilidad y el chofer de la unidad en caso de falla que es muy frecuente deja a su suerte al usuario, tirado en cualquier ciudad del largo trayecto que realizan, mientras que ninguna institución incluyendo a la Profeco ayudan a los afectados.