- Fernando Rivas no da el ancho al frente de la Policía Municipal, mientras la delincuencia sigue ganando terreno
- Su gestión destaca por los resultados paupérrimos en materia de seguridad
Tapachula, Chiapas, Abril 10.- La Policía Municipal de Tapachula anda en horas bajas, debido al grado de incompetencia del Secretario de Seguridad, Fernando Rivas Vázquez, quien acumula un sinnúmero de señalamientos en su contra debido al actuar de los elementos a su mando, los mismos que acumulan infinidad de denuncias por abuso de autoridad al amparo de un uniforme, placa y arma.
La violencia que se ha vivido en Tapachula en el último mes, algo sin precedentes, es el reflejo del paupérrimo trabajo que viene realizando el Secretario de Seguridad, Rivas Vázquez, quien hasta en la misma Fiscalía General del Estado (FGE) ha sido tachado de incompetente.
Como se recordará, Fernando Rivas Vázquez llegó a la Policía Especializada gracias a las palancas de su hermano Sergio Rivas Vázquez, quien en aquel periodo fungía como diputado por la LXVII Legislatura. Sin embargo la nula experiencia y los constantes yerros de Fernando Rivas, obligaron a los altos mandos a separarlo del cargo apenas un mes después de haber llegado a la dependencia.
Estuvo de un puesto secundario a otro, manteniéndose sólo por los favores que pedía su hermano diputado, hasta que le llegó la oportunidad de encabezar la Secretaría de Seguridad de Tapachula. Sin embargo este premio de consolación se convirtió en su lotería particular, ya que de acuerdo a inteligencia militar, grupos delictivos que operan en el municipio y que son los que han generado la violencia que se vive actualmente, le pagan cantidades mensuales de casi 100 mil pesos, esto para que se haga de la vista gorda y los deje operar.
Esta versión concuerda con la realidad que vive Tapachula, donde las ejecuciones, ataques armados, levantones, están a la orden del día y misteriosamente nunca hay detenidos. Los elementos policiacos van un paso atrás de los delincuentes, solo llegan al lugar de los hechos cuando los agresores han puesto tierra de por medio.
No existe una estrategia eficaz de seguridad que garantice la integridad física de la población. Toda la ciudadanía está expuesta al fuego cruzado de los delincuentes y maleantes, no hay lugar donde esconderse. Da lo mismo estar en un lugar solitario que en la vía pública. El accionar de la delincuencia ha tomado dimensiones grotescas ante una Policía Municipal ineficaz, y que cada día pierde más credibilidad ante los ojos de la población.
Y gran parte de culpa de esta situación es del flamante director policiaco, quien prefiere mirar hacia otro lado y cerrar la boca, que enfrentar a la delincuencia con tenacidad. Es por eso que urge que se realice una purga en la SSPM de Tapachula, comenzando por su secretario, director y subdirector, así como demás funcionarios de la dependencia que poco o nada han demostrado en sus cargos.
Hoy el pueblo tapachulteco ve con miedo y zozobra cómo los delincuentes actúan a sus anchas, sin el temor a ser reprendidos por ninguna autoridad, pues saben que cuentan con protección por la que han pagado con anterioridad.
Hace falta que gente capaz y con experiencia tome las riendas de la SSPM para que se note una verdadera estrategia de seguridad, que se combata de manera frontal al crimen organizado que ya se encuentra establecido en Tapachula y que opera de manera impune, a la vista de todos. Fernando Rivas Vázquez ya ha demostrado la ineptitud y falta de capacidad que lo caracterizó en otros cargos en los que fue designado y en los que nunca dio el ancho. Urge, porque Tapachula está convertido en un foco rojo de violencia.