Ligado a la campaña del candidato a la presidencia municipal por la Alianza PRI-PAN-PR, César Amín González Orantes, la oscura figura de Demetrio Martínez López, la niña campesina un resentido político que odia a los que considera sus adversarios por considerarlos responsables de su frustrado desempeño en los cargos que ha tenido.
Ejemplos son muchos uno de ellos la malograda regiduría por el POCH, la titularidad en Copladem de Tapachula que lo enfrentó con la población, su irrisoria candidatura a presidente municipal por Podemos Mover a Chiapas y el más reciente cargo de secretario de seguridad publica en Suchiate donde fue corrido por corrupción.
La niña campesina quien logró vender la idea de su experiencia, amplia gestión política y madurez misma que le fue comprada por lo que en la actualidad es parte importante en la coordinación de campaña del candidato a la presidencia por la alianza Va Por Chiapas, César Amín González Orantes, este personaje arrastra en su pasado más reciente como titular de la policía municipal en Suchiate, las viejas prácticas de salvaje tortura, extorsión, robo, siembra de evidencias y violación sistemática de los derechos humanos.
Los señalamientos y las evidencias esperan justicia, este personaje es considerado por quienes le dieron la oportunidad en las diferentes etapas de su vida profesional como abusivo, sin moral y sin pudor, siempre al servicio de oscuros intereses de la política y el poder locales.
Ejemplo de estos se pueden enumerar con prontitud, en el 2013 fungió como titular del Comité de Planeación y Desarrollo Municipal el Copladem, en el gobierno de Samuel Chacón quien pretendió imponerlo como regidor del POCH pero la Sentencia TEECH/IIS-03/2014 del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas resolvió en favor de Ivonne Ley Nuricumbo y en contra de Samuel Alexis Chacón Morales.
En las elecciones pasadas la niña campesina promovido, protegido y empujado por Samuel Chacón Morales fue embestido como candidato a la presidencia municipal de Tapachula por el Partido Mover Chiapas en el que pasó inadvertido tanto por el órgano político que no incidió en el número de votos como la poca presencia del candidato para atraer simpatizantes, prácticamente quedó en un empate técnico el último lugar junto con el candidato independiente en esa contienda.
Tras su derrota busco cobijo laboral a través del presidente estatal de Mover a Chiapas quien lo incrustó en la administración municipal de Suchiate con cargos de mediana importancia hasta que finalmente logró que Sonia Eloina Hernández Aguilar lo ungiera como director de Seguridad Pública en su gobierno en el que estuvo al frente poco más de un año y a quien vergonzosa y públicamente echaron del puesto por no hacer su trabajo honestamente.
Las quejas y denuncias en contra de Demetrio Martínez López por robos, extorsión, ejecuciones, contrabando de drogas, mercancías, de personas, venta de motocicletas decomisadas eran ya común y denuncia diaria en ese fronterizo.
Allí la niña campesina proyecto su encono y odio hacia la población, se dio a conocer como un policía sanguinario que gracias a su condición ambivalente se sabe que jugaba siempre para dos bandos el de autoridad y el de complicidad con grupos delictivos.
Con la carta de presentación de ser base importante en un eventual triunfo se mantiene como coordinador de campaña de César Amín González Orantes, obviamente ocultando las mediocres cifras de votos que logró en Tapachula cuando le dieron la oportunidad de ser candidato.
Sin embargo, el cargo como titular de la policía le permitió a Demetrio Martínez involucrarse con una red de políticos que viven y aplican actos deleznables, siempre con la careta puesta como policía, toda vez que como encargado de la seguridad en Suchiate el municipio fue blanco de la operación de polleros, contrabandistas, narcotraficantes y todo lo que pudiera pasar de manera ilegal hacia México con destino al centro del país.
Se volvió experto en torturas, violación de derechos humanos y en contrabando, Martínez fue reiterativamente señalado por la población por sus oscuros intereses además del hostigamiento sexual hacia compañeros, extranjeros que aseguraba y contrataba en Suchiate para su atención personal sin dejar de lado el «negocio» que representaba la frontera con cobro de cuotas que representaban peligro y que incluso le significaban jugarse la vida, pero todo eso lo convirtió en lo que es hoy, una persona llena de resentimiento y odio.
Hoy hace mancuerna en la campaña de otro personaje no menos cuestionado por sus vínculos con capos de la droga es un secreto a voces, la unión entre Demetrio en la coordinación de César Amín los une, hablan en mismo idioma, el mismo cinismo político y manipulación, el chantaje usurpador que con dinero compran voluntades y conciencias para hacer de su emporio de impunidad la bandera de su plataforma política corrupta.
