- El cuerpo presentaba varios impactos de bala en el rostro, brazos y espalda; quedó como desconocido.
- La ola de asesinatos continúa de manera imparable en la región.
Tapachula, Chiapas, 12 de febrero de 2024.- La mañana del lunes se reportó el hallazgo de una persona sin vida en inmediaciones de la colonia Raymundo Enríquez, al Surponiente de Tapachula, el cual presentaba señas de tortura y varios impactos de bala de grueso calibre.
Elementos de diversas corporaciones se trasladaron al lugar indicado, en la calle principal como a 200 metros del panteón de dicha colonia, donde al llegar tuvieron a la vista el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino, mismo que tenía entre 40 y 50 años, vestía pantalón de color negro y tenis negros.
El occiso presentaba lesiones provocadas por arma de fuego del calibre .40 mm, en el rostro, brazo derecho y espalda. Personal de Servicios Periciales arribó al lugar para realizar las diligencias correspondientes, hallando en la escena dos casquillos percutidos de calibre .40 mm, mientras que en el cadáver no se halló ninguna identificación, por lo que fue trasladado al SEMEFO en calidad de desconocido.
Autoridades Ministeriales informaron que se abriría una carpeta de investigación para esclarecer los hechos.
Este hallazgo se suma a las decenas de cuerpos que han sido encontrados con señas de violencia y tortura en los municipios de la región. Tan solo en el mes de febrero suman poco más de 15 personas ejecutadas a balazos, levantadas previamente y que comparten el mismo modus operandi: presentan signos de violencia, además de ser rematados a balazos y dejados abandonados en caminos de extravío, zonas poco transitadas y enmontadas.
Suchiate, Tuxtla Chico y Tapachula son los municipios en los que más cuerpos han sido localizados ultimados a balazos. Otros han sido ejecutados en lugares públicos, como cantinas, coctelerías o en la vía pública.
La ola de violencia no parece tener fin, a pesar de las cuentas alegres de las autoridades estatales, quienes informan saldos blancos en la entidad, cuando la realidad les escupe en la cara los malos resultados de la estrategia de seguridad.
La región Soconusco y zona Fronteriza sangran ante la estela de violencia y muerte generada por grupos criminales que dominan el territorio, y se disputan entre rivales, asediando a la población y manteniéndola temerosa de siquiera salir a la calle para no ser víctimas colaterales de una guerra ajena.
No se ve que las cosas mejoren en materia de seguridad, y lo peor es que las mismas autoridades lo han permitido.